Rando Camasta fue el gran ganador de lo novedoso en la XX Entrega de los Premios Casandra.

El joven artista procedente de La Romana se convirtió en un ganador desde que nació entre los descendientes de Napoleón Dihmes y lo demostró desde que Chiquitín Payán le abrió la primera puerta.

El festival OTI, un festival de la canción en California, el concurso de música de Casa de Teatro y la reciente edición de los Premios Casandra lo confirman como un vencedor.

Todas las propuestas con las que trabajó vencieron, ¿y él? Feliz.

[b]Multiplicado en sí mismo[/b]

Decimos, porque él lo sostiene, que Rando Camasta es un artista satisfecho de lo que fue la XX Entrega de los Premios Casandra. Muchos habrán escuchado su nombre en la radio, la televisión local o leído algo de él en los medios escritos y muchos otros se preguntarán, ¿quien es Rando Camasta? A lo que él, si tiene la oportunidad de enterarse, contestará: “Rando Camasta es un ser humano con una necesidad de expresar su interno constantemente y Dios me ha dado la oportunidad de hacerlo a través de una de las cosas más hermosas que tiene este mundo, que es la música, la energía irracional del sonido y eso es lo que he estado tratando de hacer desde que tengo uso de razón”.

Yo agregaría que es artista “desde chiquitico”. Que fue predestinado desde su nacimiento en La Romana. “Yo vengo de una estirpe de artistas. Mi tío Napoleón Dihmes es una gloria del canto dominicano y mi maestro de canto”.

Rando Camasta empezó a escribir canciones a los 14, pero ya cantaba “por instinto desde que tenía 8”. Cómo no hacerlo si con apenas 5 añitos recibió su primera guitarra de manos de su madre Hilda Dihmes.

Razones no le faltan para celebrar, pues ha sido uno de los grandes ganadores de los Premios Casandra. Fue seleccionado personalmente como arreglista del año por sus trabajos con Negros, El Camarón y Los Toros Band y estos últimos ganadores en sus distintas áreas gracias a su trabajo como productor.

“Todas las propuestas con las que yo tuve que ver, ganaron y esto además de una múltiple satisfacción me sirve de pauta para seguir haciendo aportes a la música del país”, afirma.

Aunque en su caso no se puede hablar de una personalidad insegura, sino preocupada porque las cosas queden bien hechas y que tanto el público como la crítica lo sienta así, Rando confirma que estos reconocimientos a su trabajo validan lo que está haciendo.

[b]COMO EMPIEZO[/b]

“Mis primeros intentos fueron de repente, yo recuerdo que el maestro Chiquitín Payán cuando vivía en La Romana yo le había interpretado una canción en mi casa y me dijo que por qué no la mandaba al Festival de la Canción Nacional, en ese tiempo 1984, me dijo que tenía muchas posibilidades, yo no tenía en ese momento ninguna pretensión de hacer carrera artística, estaba apenas en la escuela. Enviamos la canción por insistencia de él y la conclusión de eso es que fui revelación como cantante y compositor y la canción (Es el otro), resultó ser ganadora”.

Rando volvió a La Romana triunfador en el primer intento. Regresó con un mayor conocimiento de sus potencialidades y una carpeta de buenos amigos que habrían de marcarle el camino a seguir.

No pasó mucho tiempo para que recibiera la primera de muchas llamadas en las que Manuel Tejada lo convocaba a su estudio para grabar jingles de comerciales, que más tarde le servirían de base para poner su propio estudio en el que crea, compone y arregla la música y letra para empresas nacionales e internacionales, muchos de los cuales “se han pegado como si fueran discos”.

Después de abandonar sus estudios de medicina en la UCE de San Pedro de Macorís, en el 1995 decidió dejar definitivamente su ciudad natal para empezar a abrirse camino en el escenario artístico nacional como solista.

Dueño de una voz llena de matices y flexibilidades muy pronto recibe el cariño de la gente que le escucha y de la prensa, recuerda haberse sentido especialmente bien recibido por la prensa (Juan Delancer, Reyes Guzmán, Zoila Puello) y de músicos como Jorge Taveras y Alex Mansilla.

[b]FESTIVAL, SI[/b]

Rando Camasta consigue 5 años después de una accidentada carrera como solista la gran oportunidad de destacarse a nivel internacional. En el 2000 resultó ganador en el Festival de la Canción OTI, en Acapulco, con la canción “¿Qué nos pasa?” y como si fuera poco, fue elegido como el mejor intérprete del certamen.

Pocos meses después pasó lo mismo en el Festival de la Canción de California. “Vuelve conmigo” obtuvo el primer lugar y fue nuevamente seleccionado como Mejor Intérprete.

[b]P: ¿Qué sabor te dejan tus pasos por esos festivales?[/b]

R: “Bonito, porque eso me da una reconfirmación de que podemos hacer el trabajo a nivel internacional, y que voy a seguir luchando en ese sentido como cantante, aunque esté teniendo éxito en otras vertientes de mi carrera. Eso siempre va a estar ahí latente”.

[b]MAS QUE UN ARREGLISTA[/b]

De todas las capacidades de Rando la que más ha sorprendido es la de arreglista. Porque músico todos saben que es; toca guitarra y piano. Su calidad como compositor y como intérprete le han merecido elogios hasta de críticos acérrimos como Lope Balaguer. Lo que mucha gente se pregunta y me pregunta ¿y él es arreglista?

Cuando lo enfrento a quemarropa con esta pregunta me responde: “Yo soy un artista”.

P: No, yo te pregunto

R: “Y yo te estoy contestando”.

P: ¿Un arreglista o un artista?

R: “Yo soy un artista y por consecuencia tengo toda la capacidad de otorgar los talentos que Dios me otorgó, con mucha humildad. Tanto cuando canto, cuando escribo y cuando arreglo”.

Se pregunta ¿qué es un arreglo? y enuncia la definición que le dio Dionis Fernández, “que no es más que el marco que tú le pones a un cuadro, a una obra”.

Explica que el arreglo “es la orquestación, los colores y el paisajismo que tú le das a una canción, con la coherencia suficiente para que esa canción sea llevada y sea percibida de la forma en que el autor la sintió en ese momento”.

Dice que “esa es una explicación muy mía, por supuesto. En términos prácticos, no es más que colocar una cantidad especifica de instrumentos para que adornen esa melodía de ese autor y ese compositor”.

Sigue diciendo que un arreglista lo primero que tiene que tener es sentido común y saber dónde colocar esos ornamentos, debe conocer las tesituras de cada instrumento, escribir la tesituras de cada instrumento, saber manejar los código musicales, noción de armonía y contrapunto y por supuesto, saber armar las voces… combinarlas de una manera tal que no haya ningún choque ni con la voz ni con las cuerdas”.

Siendo populares y conocidos la mayoría de sus últimos arreglos (Tú eres mi reina, Tú me cambiaste la vida, Loca conmigo, Así te amo), parece una afrenta tal cuestionamiento, pero la respuesta, lo justifica.

[b]Ponderando su carrera como solista[/b]

Rando Camasta encuentra que la música dominicana está en un letargo “en un letargo, en una pobreza lírica y musical y eso nos ha rezagado internacionalmente. Los que tenemos la responsabilidad de hacer música tenemos que tratar de aportar y enriquecer lo que son las líricas y los círculos armónicos que se usan para hacer un arreglo, para hacer una composición”.

Dice que Waso Brazobán es uno de los jóvenes más talentosos y de los mejores compositores que ha dado el país en los últimos años y que se ha destacado “porque es muy auténtico y tiene una poesía urbana y cotidiana que sin embargo tiene una belleza… pienso que debemos seguir por ese norte para que nuestra música sea digna y sea reconocida”.

La facilidad que ha demostrado Rando para trabajar con éxito uno y otro género viene dada por la motivación de las canciones que recibe y que lo que entrega es el resultado de lo que la canción le despierta.

P: De repente el mundo de los solistas se mueve con la aparición de Pavel y de Waso –que aunque está en un grupo se destaca como solista– y me dices que por ahí viene Joaquín.

R: “Porque hay personas que se están atreviendo a confiar en los talentos dominicanos. Y hubo un tiempo, lo que es la generación de Audrey Campos, Frank Ceara, Carlos Alfredo en que no hubo ese apoyo nacional en ese sentido, radial ni discográfico”.

[b]P: ¿En el caso tuyo, que te faltó?[/b]

R: “Una Disquera que me hiciera un disco y que lo promocionara”.

P: ¿En este momento en que puedes decir que estás alcanzado techo como productor, no se te te presenta la espinita de cantar?

R: “Yo tengo una amistad muy linda con Gerardo Díaz y me ha sugerido que por qué no hacemos algo y yo pienso que en este año podemos sacar el tiempo para eso. Voy a tratar de sacar tiempo para esto”.

Entre sus planes inmediatos está participar en el montaje de “Evita” –en uno de los papeles principales–.

“Yo amo mi trabajo y esa es mi vida. Con éxito o sin él eso es lo que Dios me mandó a hacer.

[b]PIEL ADENTRO[/b]

MC: ¿Cuál es el sentimiento que te bulle adentro y que tienes la necesidad de entregar?

Rando: La expresión de mi alma que como todo ser humano, como cualquier transeúnte común y corriente pretendo dejar salir sus inquietudes y sus emociones. Sus emociones se traducen a música.

[b]MC: ¿Eso es malo, cantar bien?[/b]

Rando: “A veces sí, porque te aleja mucho de lo humano, pero es bueno, porque te acerca más a Dios”.

[b]MC: ¿De qué color es tu alma?[/b]

Rando: “Mi alma es azul”.

[b]MC: ¿Por qué?[/b]

Rando: “Porque ese es el color de Dios y yo estoy hecho a su magen y semejanza”.

MC: ¿Balada, bachata, merengue… quiere decir que tú le entras a todo?

Rando: “Parece ser así”.

[b]EN LA ACTUALIDAD[/b]

Trabaja una producción de baladas para Frank Reyes (baladas), en la nueva producción de Raffy Matías, Joe Veras. Grupo Romance (Miénteme) Opalo, Hembras, Susana Silfa (Hábitos pasados). Dos nuevos talentos de Premiun Latin (Joaquín y Wellington).

[b]SOY COMPOSITOR[/b]

Como compositor logré un contrato de exclusividad como compositor y productor gracias a Cholo Brenes con una de las disqueras más importantes a nivel mundial ( universal) hace 3 años.

Me han grabado: Tito Rojas (2 veces), Carlos Alfredo (Si tú no regresas), Griselle (Atrévete, Por Ti), Anthony Cruz (“La Mujer), Salsa Fevers, Giros (Soñado con tu amor) y Opening Miss República Dominicana con Patricia Ascuasiatti.