Al mismo tiempo que algunos cánceres se han convertido en epidemia, como el de mama, en la República Dominicana, los tratamientos se hacen cada vez más efectivos, sobre todo las drogas combinadas y dirigidas.
Tan epidemia es el cáncer de mama que se espera que en una década haya un aumento de un 36% de esta patología en los países en vía de desarrollo.
Se busca una medicina personalizada con biomarcadores, es decir, se identifican puntos al blanco o diana, en donde el medicamento impactará directamente la mutación o zona afectada.
El tema es tratado por la doctora Catalina González de Pons, oncóloga y directora del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Tavares (INCART), centro ubicado en Santo Domingo.
Se trata de la terapia dirigida o personalizada, tradicionalmente se usaba el tratamiento dirigido a matar todos los agentes dañinos. “Ahora se buscan tratamientos con predictores de respuestas que dirán que un tumor responde a determinada molécula”, asegura la especialista.
Se busca la forma de llegar a las mutaciones con los biológicos o inhibidores de determinadas moléculas, pero el tema no es nuevo, las primeras se hacían inyectando los ovarios de las mujeres para evitar los tumores. Se engañaba a las células malignas y las células morían por inanición, por falta de estrógenos, precisa González.
Existen numerosos tratamientos biológicos contra cáncer de mama con biomarcadores, ya no se quiere la terapia que lo afecta todo, mientras más directa sea, mucho mejor, asegura la especialista.
Esa es la tendencia, por eso la gente piensa que ya no se va a usar la quimioterapia, cuando lo que en realidad ocurre es que se hacen combinaciones.
“Casi siempre se necesitan las combinaciones para llegar a la efectividad en el tratamiento”.
Cáncer en RD. El cáncer de mama es el de mayor incidencia en el país, luego está el cérvico uterino, que debió ser erradicado y que es responsable de la segunda causa de muerte en mujeres jóvenes. El cáncer de colon, de próstata, el de pulmón y los de cabeza y cuello, son de los de mayor incidencia en el país.
La decisión. La opción de dar o no quimioterapia no es un camino que deba tomar sola la familia, esto se lleva a cabo en estrecha coordinación con el paciente, el médico que debe dar la orientación apegado a la biooética y acompañado de la familia.
“El paciente debe tener autonomía para decidir y esa autonomía se la da solo el conocimiento, por lo que la persona que tiene la enfermedad debe ser orientada sin manipulación, se le dice lo que es mejor para él”, asegura.
González asegura que no es ético inducir a un paciente a un tratamiento cuyos beneficios son bajos y la toxicidad es muy alta.
Tratamiento. El cáncer de mama tiene tratamientos de alta efectividad que lo han
llevado a cronificarse, lo mismo que los linfomas y mucha sobrevida en las leucemias. En la actualidad existe toda una revolución con las inmunoterapias, especialmente para el melanoma, el cáncer de pulmón y el de riñón. Están siendo probadas para cáncer de cabeza y cuello.
No es cierto, insiste, en que en los países desarrolllados no se dé quimio