Más de la mitad del empleo rural en la República Dominicana es por cuenta propia, un 53.5%, siendo el mayor de 15 países analizados de América Latina, constituyendo esta cifra el principal problema en el tipo y calidad del empleo en estas localidades.
De acuerdo a un análisis de Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe, elaborada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Colombia también tiene muchos trabajadores rurales que trabajan por cuenta propia, un 52.5%, le sigue Brasil 48.5%, Paraguay y Perú con 44%; en el resto de los países el promedio es entre 35 y 40%. Las cifras más baja se encuentra en Costa Rica con 20.8% y 24.9%.
El informe resalta que los trabajadores por cuenta propia y los trabajadores familiares auxiliares, habitualmente vinculados a los empleos más vulnerables, caracterizados por la mayor propensión a la informalidad, la escasa calidad de los empleos y una baja productividad, pesan significativamente más en la proporción del empleo en las áreas rurales de todos los países analizados, sin excepción.
Explica que en 10 de los 15 países analizados, más del 50% de los empleos rurales pertenecen la suma de ambas categorías de ocupación, cifra que llega a 8 de cada 10 empleos en el Estado Plurinacional de Bolivia y a 7 de cada 10 empleos en el Perú.
De acuerdo a los datos para República Dominicana, en las zonas rurales solo el 35.2% de la población ocupada es asalariada, 53.5% es cuentapropista; 2.7% es empleador; 2.7% es trabajador familiar auxiliar y 5.9% es trabajo doméstico remunerado.
Sin embargo, existe una gran brecha con relación a los empleos en las zonas urbanas donde el 53,3 % de la población ocupada es asalariada, 35,9% es cuentapropista; 3.9% es empleador; 1.5% es trabajador familiar auxiliar, y 5.4% es trabajador doméstico remunerado.
Horas trabajadas. La Cepal y la OIT explican que otro indicador relevante de la calidad del empleo es la tasa de subocupación, es decir el porcentaje de los ocupados que trabajan menos de cierto número de horas semanales (según lo definido en cada país, en la mayoría de los casos 40 horas), desean trabajar más horas y están disponibles para ello.
Destaca que en el año 2014 la tasa de subocupación fue más alta en las áreas rurales que en las urbanas en la mayoría de los países. En el caso de RD esta tasa se mantuvo sin variación del 2005 al 2014. En el área urbana ha sido en esos años 14,9% y en el área rural en el 2005 fue 19,9% y bajó mínimamente a 19,4% en el 2014. Y el límite de horas es de 40 y 44.
Las organizaciones resaltan que posiblemente el elevado nivel del subempleo en las zonas rurales refleje en parte la estacionalidad del trabajo agropecuario, que implica que en ciertas fases del ciclo agrícola no necesariamente hay suficiente trabajo, ni siquiera para personas ocupadas.
Solo en Bolivia (Estado Plurinacional de), Colombia y el Uruguay la tasa de subempleo en las áreas urbanas supera a la tasa en las áreas rurales, y en el Brasil y el Perú tiene el mismo valor para áreas rurales y urbanas.
Protección social. Otro indicador importante de la calidad del empleo es la cobertura de los sistemas de protección social entre los ocupados. Sobre este tema, se ha constatado en estudios recientes un importante avance en la región durante el último decenio.
La Cepal y la OIT indica que aunque se observan avances en la cobertura de las áreas rurales, se mantienen brechas muy importantes entre la cobertura en las áreas rurales y las urbanas.
Los datos del país muestra que los cotizantes al sistema de pensiones se han casi duplicado. En la área urbana paso de 23,6% en el 2005 a 39,4% en el 2014, y en la zona rural de 10,1% en el 2005 a 22,7% en el 2014, de acuerdo al informe.