Reafirmando lo consabido

Reafirmando lo consabido

No es de ahora que se sabe que muchos policías se involucran en actos delictivos en los barrios. Por ejemplo, el senador Wilton Guerrero ha denunciado varias veces, con pelos y señales, la vinculación de policías y miembros de la DNCD con el crimen organizado, pero sus atrevidas denuncias pasaron sin penas ni gloria. Ahora Carlos Amarante Baret, ministro de Interior y Policía, y por demás jefe de la Policía, confirma que eso está ocurriendo y que su despacho tiene muchas denuncias al respecto,
Estamos asistiendo a una especie de redescubrimiento de lo que ya es harto conocido. Y parece que lo que se está haciendo para contrarrestar el fenómeno, si es que realmente se está haciendo algo, no ha dado los resultados que necesita la sociedad para sentirse protegida y poder confiar en la policía que paga con sus impuestos. A estas alturas, después de tantas denuncias y confirmaciones, debería haber consecuencias palpables.
Decir que han cancelado a unos tres mil policías por involucrarse en crímenes y delitos es un consuelo de tontos, pues esos policías no dejarán de ser delincuentes una vez hayan sido despedidos, sino que, posiblemente, delinquirán con más fe y sin guardar apariencias. La sociedad quiere soluciones y consecuencias, cambios perceptibles en materia de seguridad ciudadana. No es hora de redescubrir el hilo en bollitos.

Duquesa: piedra en el zapato

La administración del basurero de Duquesa ha vuelto a poner obstáculos a los esfuerzos de los ayuntamientos de los municipios del Gran Santo Domingo por mantener aseadas sus demarcaciones. La empresa pretende reducir drásticamente el horario de recepción de vertidos sólidos, una decisión que perjudicaría inclusive el programa Dominicana Limpia anunciado por el Gobierno. Esta inaceptable decisión tiene que ser enfrentada por todos los medios legales, sobre todo las disposiciones de preservación de la calidad del ambiente.
Situaciones como esta deben motivar a las autoridades para buscar una salida definitiva al conflicto que mantiene en entredicho la legitimidad de la propiedad de los terrenos en que opera el basurero de Duquesa. No más largas a este asunto.

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