Recetario para generar progreso

Recetario para generar progreso

La fórmula para lograr que un país progrese está basada en la interacción armoniosa entre creatividad privada y el capital, por un lado, y un Estado que garantice reglas de juego adecuadas, que permitan germinar los proyectos. Esta puede ser una interpretación subjetiva del significado del discurso del Presidente Danilo Medina en la apertura del XIII Encuentro Empresarial Padres e Hijos, en Casa de Campo, pero pretende resumir de la manera más simple la indudable profundidad de sus reflexiones ante un selecto auditorio de hombres y mujeres que día por día hacen latir el pulso económico de muchos países.

En el mundo moderno, la regla fundamental es la remoción de los obstáculos y la facilitación del comercio. Esa tendencia ha obligado a modificar el andamiaje jurídico del intercambio comercial entre los países, simplificando trámites y reduciendo los tiempos de respuesta sobre los mismos. Es un contexto en que el papel facilitador del Estado tiene que manifestarse de manera innovadora, para atraer e incentivar la inversión local y extranjera.

El Presidente ha presentado a un selecto auditorio las directrices de sus metas como servidor público, recurriendo a un recetario que se perfila como el más adecuado para un país que, a pesar de sus muchas ventajas comparativas, tiene todavía muchas tareas pendientes para impulsar el progreso.

BELLAQUERÍAS QUE DEBEN TERMINAR

Los residentes del barrio Guachupita merecen que se investigue su denuncia contra un equipo de la DNCD cuyos integrantes habrían penetrado de manera ilegal a una vivienda, hecho desnudar a jovencitas menores de edad y que habrían sustraído dinero en efectivo. No es la primera vez que sectores barriales denuncian bellaquerías practicadas contra jóvenes, a los que se les colocan drogas para obligar a sus familias a buscar dinero.

En un país en que es tan común que autoridades se involucren en delitos y crímenes, no sería extraña una ocurrencia como la que ha motivado protestas entre los lugareños de Guachupita. La alta jerarquía de la DNCD debe investigar esta denuncia y confirmar si se corresponde con la verdad. Acciones de ese tipo, cometidas a nombre de la autoridad, constituyen abusos inaceptables.

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