El alto número de personas fallecidas por dengue durante lo que va de año y las fallas detectadas por el Ministerio de Salud Pública en la atención de los pacientes de esta enfermedad aconsejan que el Gobierno mejore las prácticas de prevención y curación, para lo que sería prudente invertir más recursos. Sin embargo, en el proyecto de presupuesto General del Estado para 2016 el Gobierno deja invariable la suma que asignó en el presente año para el combate de las enfermedades transmitidas por vectores, entre las que el dengue ha sido una de las más letales.

Este año los casos de dengue llegados al hospital infantil Robert Reid Cabral han sobrepasado la capacidad de este centro. Para enfrentar la situación sería aconsejable un reforzamiento de las disponibilidades de ese hospital, habida cuenta de que todos los años se repite la misma historia. También habría que invertir más para superar las debilidades de diagnóstico detectadas por el Ministerio de Salud Pública.

El dengue es endémico en el país y este año ha sido muy agresivo, causando la muerte de más de 60 personas. Lo recomendable es que el Gobierno refuerce las medidas de prevención y curación, cosa que no parece estar en las prioridades del presupuesto para 2016. El Congreso debe asumir la responsabilidad de mejorar la asignación de fondos para este capítulo sanitario.

Los plásticos de desecho

El reciclaje de material plástico se va perfilando cada vez más como una actividad lucrativa y además beneficiosa para el medio ambiente. Sin embargo, también crece vertiginosamente el negocio de vender como nuevos envases y utensilios de este material recogidos en vertederos de basura y sin ninguna garantía de una buena esterilización. Esta práctica es una seria amenaza para la salud de quienes recogen estos artefactos y para quienes los compran.

Los ministerios de Salud Pública y de Medio Ambiente y Recursos Naturales deberían tomar cartas en el negocio de la venta de envases y utensilios retirados de basureros, por el riesgo sanitario que representan para quienes los manipulan. Tal vez una salida sea promover la idea de que esos efectos sean vendidos para fines de reciclaje y no de uso.