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El refresco Country Club, sea de naranja, merengue, uva o frambuesa, ha sido un producto altamente consumido durante más de seis décadas en el país y desde sus orígenes ha mantenido un sabor invariable, por lo que cada vez más personas se inclinan por adquirir esta gaseosa.
Esta marca de gaseosa, que cumple 62 años en el mercado dominicano, originalmente fue producida por Standard Beverages, continuada por Refrescos Nacionales (RN) y desde el 2006 por la empresa embotelladora mexicana Bepensa.
La industria, que tiene como presidente corporativo y vicepresidente ejecutivo en República Dominicana a Fernando Ponce y Fernando Pavía, respectivamente, inició ese año su internacionalización con este país. Emplea a 2,100 personas directas y más de 10,000 indirectas.
Los nuevos embotelladores de Country Club confiaron en el mercado dominicano por considerarlo estable, con talentos y las condiciones para el crecimiento y la inversión a largo plazo. Con la llegada de Bepensa, sus ejecutivos programaron una inversión de más de US$88 millones en la adecuación y modernización de las instalaciones y operaciones de la empresa.
Durante 62 años en el mercado nacional, Country Club no solo ha sido parte de la vida de los dominicanos, sino que se ha mantenido en la preferencia de los consumidores, evolucionando en base a las necesidades de nuevos empaques, etiquetas y sabores.
Bepensa cuenta con 12 centros de distribución en el ámbito nacional y 11 distribuidores en igual número de localidades en todo el país.
En tres líneas de producción elaboran los refrescos Country Club en vidrio y otras tres líneas lo hacen en plástico. Además, produce Coca-Cola, Coca-Cola Light y Coca-Cola Zero; Sprite, Fanta, Minute Maid Citrus Punch, Minute Maid Fresh, Agua Dasani natural y en sabores, Gladiator y Powerade, todos en diversos tamaños y envases.
Su historia. En 1948, un grupo de dominicanos y norteamericanos decidió establecer la industria que ofrecería el adelanto hasta entonces conocido en bebidas gaseosas, Standard Beverages (SB), que adquirió los derechos y facilidades para embotellar Country Club.
Crearon los sabores de frambuesa, naranja, merengue y uva bajo la marca de Country Club, que desde entonces merecieron la aceptación del público.
La industria enfrentó a su competencia, que eran el cacheo, el mabí y el frío-frío, así como otros refrescos de preparación doméstica y de venta callejera, de bajo costo pero sin regulación sanitaria. A finales de 1948 los propietarios de SB cambiaron los equipos de embotellamiento e iniciaron la construcción de una moderna planta en el kilómetro cuatro y medio de la Carretera Sánchez, en Santo Domingo, en donde aún permanece la sede.
Para el año 1954, dos años después de decidir el cambio de nombre por el de RN, tenía 40 obreros y ocho vendedores. Su producción mensual llegó a 23 mil cajas.
La empresa tuvo una fuerte competencia de 1950 a 1960, pero mantuvo su crecimiento y continuó la ampliación de su mercado e hizo nuevas inversiones en otra planta en Santiago.
Poseía un moderno laboratorio donde se analizaba el agua y los refrescos en su fase de fabricación. Además, la empresa embotellaba Coca- Cola en 10 onzas, Canada Dry en 7 y 10 onzas y Agua Quina en 10 onzas, mientras que de Country Club lo hacía en sus cuatro sabores en las botellas de 10 onzas.
La cifra
US$20 millones. Es el monto que Bepensa invertirá durante el 2010 como parte del programa de fortalecimiento de su gestión en ese mercado.
Zoom
Grupo Selman
En noviembre de 1985, RN pasó a propiedad del Grupo Selman, presidido por Abraham Selman Hasbún. A mediados de 1990, lanzó al mercado Sprite en botellas de 10 onzas, luego en litro y doble litro. Ese mismo año, en abril, introdujo al mercado Fanta en medio litro en sabores naranja y uva. A finales de 1996, RN contaba con cinco líneas de producción, donde elaboraba los sabores de Country Club; Sprite en 10 onzas, medio y un litro, además Coca-Cola en 10 onzas, medio y un litro; Diet Coke y Canada Dry en 10 onzas. Desde entonces trabajaron fortaleciendo el núcleo familiar.
