Atenas. Grecia y sus acreedores reinician hoy las negociaciones en medio de la tensión entre el Gobierno heleno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la publicación por parte de Wikileaks de la supuesta transcripción de una conversación entre los dos máximos responsables para Grecia del fondo.
La primera reunión entre los representantes del Gobierno y los de la cuadriga de acreedores se celebrará hoy a las 16.00 hora local (13.00 GMT). El documento filtrado por Wikileaks ha enrarecido las relaciones entre el FMI y el Gobierno griego, que pidió explicaciones a la directora general del fondo, Christine Lagarde, la cual respondió mostrando su preocupación por que este “incidente” influya en los “progresos” posibles en las negociaciones.
El FMI no termina de sumarse al tercer rescate a Grecia, algo que el resto de la cuadriga ve imprescindible, por dos divergencias fundamentales. La primera es que el fondo considera insuficientes las medidas de recorte y de incremento de impuestos por un valor total de 5.500 millones de euros que, según Grecia y los tres miembros europeos de la cuadriga -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)-, permitirían un superávit primario de 3,5 % del PIB griego en 2018.
El fondo pide medidas de ahorro de entre 7.500 y 9.000 millones de euros con las que, asegura, se obtendría un superávit de entre 1,5 % y 2,5 % en 2018, y considera el objetivo del 3,5 % del PIB demasiado ambicioso para la coyuntura económica griega. El Ejecutivo griego prevé ahorrar por la reforma de las pensiones 1.800 millones de euros, a los que habrá que sumar otros 1.800 millones de nuevos ingresos con el incremento de los impuestos directos y resto del dinero -hasta los 5.500 millones- pretende que proceda del incremento de los impuestos indirectos, aunque en este último punto no hay acuerdo con los acreedores.
El segundo punto de fricción entre el FMI y los europeos es que el fondo pone como condición sine qua non para su participación en el tercer rescate una quita de la deuda griega, algo que las instituciones europeas rechazan.