Para el 1960 la República Dominicana era una sociedad eminentemente rural. Tenía 44 hospitales, 136 dispensarios, un orfanato, 14 granjas o asilos, un manicomio y dos laboratorios.
Para ese mismo año, Salud Pública tenía 60 médicos, 68 enfermeras asimiladas, 35 practicantes, 26 odontólogos, nueve laboratoristas, nueve farmacéuticos y cinco técnicos dentales. Para esa época el país tenía 3,047,070 habitantes y 594,130 viviendas.
En la actualidad, el sistema de Salud dispone de 15,000 enfermeras, que surten todas las redes públicas y privadas. En este momento, la afiliación obligatoria en el Colegio Médico Dominicano (CMD) es de aproximadamente 27,200 médicos entre generalistas y especialistas.
Después de 1965 comenzaron a multiplicarse las escuelas formadoras de especialistas.
San Cristóbal. El hospital por excelencia en la última década de la tiranía fue el Juan Pablo Pina, de San Cristóbal. Aallí estaban las más variadas especialidades, cuenta el afamado cardiólogo, doctor Héctor Mateo Martínez, para quien los avances en la medicina han sido astronómicos.
El hospital Juan Pablo Pina abrió sus puertas en la década del 40 y era un centro con servicios especializados. Allí no podía faltar ni una aspirina.
Documentos. Las cifras de centros de salud y recursos humanos de inicio de la década de 1960 están contenidas en la tesis de grado denominada Medicina Dominicana durante La Era de Trujillo, 1930-1961, un análisis socio histórico, sustentada por los doctores José Ramón Polonia Acosta, Luis A. Mendieta Díaz y Salvador Almánzar, en el 1986.
Durante la Era. El sistema de salud se basaba en los servicios más elementales: cirugía, ginecología, odontología y oftalmología, se puede leer en la citada tesis.
No existían las escuelas de residencias médicas para formar los especialistas, por lo que se crearon los puestos de practicantes, los que luego se convertían en médicos, recuerda el doctor Manuel Eduardo Valdez Guerrero, un oftalmólogo con 60 años de ejercicio y 94 de edad.
Los sustentantes de la tesis aseguran que fue una época en la que se comenzaba a adquirir equipos hospitalarios ambulatorios y se enviaban los primeros médicos a especializarse fuera del país, específicamente a Estados Unidos y Argentina.
Prescribía. El Jefe gustaba de recetar los medicamentos que a él o a su familia le habían hecho efecto.
Así lo confirman los doctores Mateo y Valdez, quienes tuvieron la oportunidad de recibir pacientes a los que Trujillo había indicado una que otra pastilla.
El actual sistema. Una mirada a los números permite comprobar el crecimiento astronómico de la medicina, de las estructuras y de los recursos humanos.
En la actualidad, la red de centros de Salud Pública tiene 158 grandes hospitales, 1,443 centros de atención primaria, nueve hospitales especializados y una red de centros también especializados pero que se rigen por patronatos y que reciben recursos del Estado.
La cifra estimada de centros de salud que tiene la República Dominicana supera las 800, si se toman en cuenta las casi 500 clínicas privadas.
Grandes hospitales. Los más grandes hospitales, cuyas estructuras perduran más de 50 años después, fueron construidos por el entonces hombre fuerte oriundo de San Cristóbal.
El Juan Pablo Pina, escribe el doctor Mateo, era el centro más avanzado del país, tenía todos los departamentos especializados en maternidad, ginecología, otorrinolaringología, urología, rayos X y farmacia. Fue el centro mejor equipado y tenía un equipo médico de la más alta calidad, narra Mateo en su libro Reflexiones y Anécdotas.
El Darío Contreras, el William Morgan (hoy Luis Eduardo Aybar), el Salvador B. Gautier, del IDSS, el Angelita (hoy Robert Reid Cabral), el Francisco Moscoso Puello, el San Vicente de Paúl y las maternidades San Lorenzo y La Altagracia se encuentran entre los centros hospitalarios más importantes que existían a finales de la tiranía.
La calidad. Nadie osaba construir un hospital que tuviera vicios de construcción, eso era imposible, comenta Mateo. Cualquier error se pagaba caro.
Actualmente, hospitales construidos con modernas técnicas y con cifras millonarias de recursos son denunciados por sus múltiples filtraciones y vicios de construcción. Dos casos conocidos son la remodelación del hospital Luis Eduardo Aybar y la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia. El dictador recibía informes de las obras.
El crecimiento. A 50 años de la muerte de Rafael Leonidas Trujillo, el Jefe, la estructura hospitalaria del país creció, la red de centros cuenta con más de 250 hospitales, si se toman en cuenta los de la Policía Nacional, el de los maestros y el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) y los más especializados de los patronatos.
En la actualidad el IDSS tiene 23 grandes hospitales, 90 consultorios y 12 policlínicas. En lo que respecta a recursos humanos, la red tiene 2,000 médicos y enfermeras.
El Jefe y los médicos. En su libro Reflexiones el doctor Mateo cuenta una anécdota que revela la valoración de Trujillo por los médicos.
Cuando se constituyó Laboquidom, una compañía extranjera, se quejó ante el Jefe de que se había formado un monopolio y que los médicos favorecían los productos de ese laboratorio para sus indicaciones.
Trujillo ordenó una investigación y pidió que liquidaran las acciones de los médicos. Días después preguntó si se habían cumplidos sus órdenes pero no se había hecho y evidentemente colérico dijo: y si fusilamos a los médicos, qué pasa.
Mateo cuenta que Trujillo se encolerizó tanto con los médicos que los invitó al Palacio Nacional, donde se organizó una audiencia especial en la cual el hombre que dirigió al país con mano férrea nunca dio la cara a sus invitados.
Hoy, 50 años después, los médicos marchan en las calles para reclamar.
ANTECEDENTES
Grandes actores
El doctor Mateo
Este reputado doctor ejerció la medicina en la época de Trujillo, fue médico sanitario en Elías Piña y tuvo que hacer labor de patólogo. Si se registraba una muerte un tanto extraña, por supuesto tenía que certificar que había sido por causas naturales.
Trayectoria desde 1960
Los congresos médicos
En los últimos 50 años de la medicina dominicana la historia registra ponencias científicas de autoría del médico santiagués Salomón Jorge, quien participó del VI congreso.