Representante del BID pondera crecimiento RD; advierte retos

Representante del BID pondera crecimiento RD; advierte retos

Aunque ponderó el crecimiento económico que ha tenido el país en la última década, con un promedio de casi 6% anual, la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Flora Montealegre, entiende que la República Dominicana debe convertir su crecimiento en un mayor bienestar social que permita reducir las brechas de pobreza y desigualdad existentes.
Al disertar en el almuerzo mensual organizado por la Cámara Américana de Comercio de la República Dominicana (Amchamdr), Montealegre señaló que gracias a este crecimiento, y a un conjunto de políticas públicas en el ámbito social, se puede decir que el país ha avanzado en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, aunque, dijo, estas siguen en niveles superiores al promedio de América Latina y el Caribe, y recién alcanzan niveles similares a los registrados previo a la crisis bancaria del año 2003.
Indicó que el futuro, ¡claro!, no está exento de riesgos y es necesario anticipar y prepararse para afrontar acertadamente las consecuencias de acontecimientos externos que pudieran impactar al país de manera adversa como, por ejemplo, el alza de los precios del petróleo o en las tasas internacionales de interés o restricciones al comercio por parte de sus principales socios comerciales.
Ante estas situaciones, dijo que para cerrar esas brechas de desarrollo y construir los “colchones financieros” que permitan afrontar situaciones de crisis sin que se reviertan los logros alcanzados, un primer gran reto es aumentar la productividad y expandir las oportunidades de empleo productivo.
“Los análisis del crecimiento económico nos muestran que la contribución de la productividad al crecimiento económico durante la última década ha sido muy baja. Esto significa que existen factores que representan cuellos de botella para la inversión y la producción en el país”, expresó Montealegre.
Entre esos factores citó el alto costo de la energía, el transporte, los bajos niveles de innovación y desarrollo, la debilidad en el entorno de negocios y la calidad del capital humano.
De este último precisó que la calidad del capital humano, y en particular la capacidad de la fuerza laboral, no solo ayuda a aumentar la productividad de los trabajadores y a prepararlos para los desafíos del futuro, sino que también contribuye a reducir la pobreza y la exclusión, por lo que, sin duda, uno de los grandes riesgos que enfrenta el modelo de crecimiento económico de la RD es que, de no crearse las condiciones para mejorar la calidad del capital humano, se podría perpetuar un círculo vicioso de escasas oportunidades productivas y de empleo que refuerzan el ciclo de pobreza y desigualdad.
Otro de los retos que señaló fue que a pesar de la inversión del Estado en políticas sociales, particularmente en educación, la calidad del aprendizaje en los estudiantes es todavía muy baja, por lo se debe reforzar más la calidad del gasto en educación.

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