El repunte del euro, que ya se cotiza por encima de los 1.16 dólares, podría neutralizar el efecto de la política monetaria del Banco Central Europeo y dificultaría la recuperación económica de la Eurozona.
Esto así porque un euro fuerte es deflacionista, puesto que todo lo que se compra sale más barato, explica Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis.
No hay que olvidar que, hasta hace unos meses, su debilidad era uno de los vientos de cola a favor de las empresas europeas, que vieron de repente cómo eran más competitivas gracias a un euro depreciado y eso, a su vez, se dejaba notar en sus beneficios.
El otro era el bajo precio del petróleo, que acumula también un alza del 20 por ciento en el año. Ahora los dos soplan en contra.
Pero, ¿hasta qué punto un euro fuerte puede quitar gas al repunte de la economía europea? «Todo depende de a qué nivel suba», aclara Sergio Miguez, director de Relaciones Institucionales de Efpa.
En opinión de Alvargonzález, de Tressis, a partir de 1,15 dólares ya empezaría a ser problemático.
«El grueso del comercio europeo es intracomunitario, pero el daño vendría por la parte que atañe a Estados Unidos, Reino Unido y emergentes», añade.
A pesar de que la lógica económica invitaba a pensar en que una mayor oferta debería conducir a su depreciación, la divisa comunitaria se ha apreciado ya más de un 6% en lo que va de año, alejándose de la paridad que muchos vaticinaban.
«No se puede ver al mercado como un economista, porque desde un punto de vista de oferta y demanda el euro debería depreciarse”, dijo Alvargonzález.