Residentes Nueva Barquita inquietos por dificultades de los no reubicados

Residentes Nueva Barquita inquietos por dificultades  de los no reubicados

Ante el anuncio de lluvias y posibles inundaciones producto de los efectos que podría provocar en el país el huracán Matthew, residentes de la Nueva Barquita expresaron su preocupación por las dificultades que pasarían los que aún están en la Vieja Barquita sin ser reubicados.
Dijeron que están tranquilos y sin inquietud porque saben que sus nuevas casas no serán inundadas, pero que los llena de tristeza pensar en los que están en la rivera del río Ozama con el riesgo de perder sus ajuares.
Wilson Noel Belandroy, quien reside en el bloque C-35 en la Nueva Barquita, indicó que cuando llegan estos tiempos de anuncios de tormentas y huracanes en lo primero que piensa es en los que siguen en la Vieja Barquita, donde dijo duró 45 años de su vida.
“Esos fueron tiempos duros. cuando había avisos de que venía un ciclón nosotros no podíamos por la preocupación, sin embargo ahora aquí estamos seguros de que nada nos pasará”, expresó.
Tiempos difíciles. Maritza Valdez, residente en el bloque C-21 y quién vivió más de 20 años en el viejo sector, dijo que la situación es diferente, porque antes en la época de lluvias pasaba mucho trabajo con sus niños pequeños que “se aprietan”, ya que tenían que salir de sus casas y no encontraban donde dormir.
“Ahora no tenemos esa preocupación. Solo falta que estemos todos aquí para que la felicidad sea completa”, refirió
De su lado, Josefina Madé manifestó que están muy inquietos por los que aún viven en la Vieja Barquita, ya que su situación es peor que antes.
“Ahí no hay quien aguante el agua. La situación es peor, los pequeños muros que a veces impedían el paso del agua todos fueron destruidos, y además la cañada fue desviada”, dijo.
Indicó que a pesar de que saben que ya no sufrirán los embates de las inundaciones del río, su gran preocupación es por los que siguen expuestos a ese peligro.
Otros residentes entrevistados por reportero de este diario coincidieron en que cuando llegan tiempos de lluvias, piensan en esos años de calamidad y en los que los que todavía no son reubicados.
La Vieja Barquita. A pesar de los anuncios de que el huracán Matthew provocaría lluvias en el país, en la Vieja Ba rquita, donde familias aun esperan por su reubicación, la preocupación, más que por las posibles inundaciones, es por la incertidumbre de saber si serán trasladados o no.
Durante un recorrido de HOY por ese sector se observó que más de diez casas están muy cerca del río, que de ocurrir una crecida del afluente serían inundadas.
Marilanda Ogando, quien junto a su esposo y su niña llevan seis años viviendo a pocos metros del río Ozama, dijo que aunque sabe que “anda” un huracán no ha hecho ningún arreglo por si tienen que salir y dejar la casa.
“Ya nosotros estamos acostumbrados a eso, si vemos que el agua está atacando agarramos todo y salimos corriendo”, expresó.
Señaló que le causa más desasosiego el hecho de que aunque su casa fue censada no sabe si será trasladada.
Denuncian mafia. Los que quedan en la Vieja Barquita denunciaron que dirigentes comunitarios y parte del personal encargado de la reubicación le han quitado el “código de reubicación” a varias casa para negociarlo.
“Aquí vive una vecina que se llama Yokasta que a su casa le quitaron el código y para vendérselo a un tal Ruddy y a ella la tienen parada ahí y todos los días le dicen que le van a resolver y no hacen nada, mientras que Ruddy está en el apartamento allá”, narró Pedro Gregorio Alegría, quien también espera ser trasladado.
Además de eso, manifestó que en la Nueva Barquita vive gente que vinieron de Santiago y que nunca han vivido allá.
En tanto, Cruz García, que tiene 30 años residiendo allí, dijo que fue censada y que tiene su código y a pesar de que es de las que vive próximo al río no la han reubicado.
“Lo que están usando aquí es que el que no busca 50 o 100 mil pesos se la ponen en china”, dijo.
Indicó que hace varias semanas llegó un hombre, a quien solo identificó como Pablito, que no vivía en el sector y como dio 40 mil pesos de una vez le entregaron el apartamento.

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