RÍO DE JANEIRO. –Los habitantes de Río, los «cariocas», no precisan de los Juegos Olímpicos y sus flamantes estadios para probar al mundo su estatus de capital del deporte mundial.
Día y noche, invierno o verano, se apropian de sus playas, parques y montañas para rendir culto al ejercicio físico, al cuerpo y la diversión. Son miles los que se levantan de madrugada para remar o practicar stand up paddle (remo de pie) en la bahía de Guanabara, nadar en grupo en el mar de Copacabana, escalar con cuerdas el Pan de Azúcar o subir en bicicleta a la selva de Tijuca. Otros tantos toman clases de beach tenis, surf o boxeo en las playas de Ipanema o Barra antes de ir al trabajo. A las dos o tres de la madrugada es común ver a decenas de empleados de hoteles y restaurantes jugando al fútbol en las canchas frente a la playa de Flamengo, luego de una larga jornada de trabajo.
Es el lado saludable y a veces hasta fanático de un país donde la obesidad crece y donde más del 52 por ciento de la población tiene exceso de peso.
Adictos
«Somos adictos al deporte. Tenemos clases de lunes a jueves, y si podemos venimos también el viernes, y el sábado. ¡Y el domingo!», cuenta Manuela Jifoni, una jugadora de futvóley de 34 años, mientras aguarda la llegada de sus compañeros en la playa de Flamengo, frente a la contaminada bahía donde tendrán lugar las competencias olímpicas de vela. Para Leonardo Ghisoni, campeón de canoa hawaiana e instructor de esta modalidad originaria de la Polinesia francesa que los brasileños descubrieron apenas hace 15 años, «no hay una ciudad mejor que Río», con una temperatura promedio anual de 23,2°C.
«Tengo alumnos de todas las edades. A las seis de la mañana vienen señoras de edad y en la tarde son adolescentes» los que se embarcan para remar por la Bahía de Guanabara y el Atlántico sur hasta las islas Cagarras frente a Ipanema, cuenta este carioca de 44 años, mientras muestra con orgullo una inmensa canoa va’a de 15 metros de largo que transporta a seis personas. Para Marcus Vinicus Freire, director de Deportes del Comité Olímpico Brasileño (COB) y de los 465 atletas brasileños que lucharán por una medalla olímpica desde el 5 de agosto, hay tres cosas.