El principal rival electoral de la canciller alemana Angela Merkel redobló los ataques contra sus antecedentes y la pintó como lenta para enfrentar la crisis de los vehículos diesel del país, blanda frente al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y desconectada de los votantes.
A solo cuatro semanas para las elecciones en Alemania, Martin Schulz, el candidato del partido Partido Socialdemócrata (SPD, por sus siglas en alemán), lanzó sus críticas más amplias hasta la fecha contra Merkel, cuyo bloque encabezado por la Unión Demócrata Cristiana le saca hasta 17 puntos de ventaja al SPD en las encuestas nacionales. La escaramuza, desplegada en diversas entrevistas televisivas, ofreció un anticipo del único debate televisivo entre ambos candidatos, que se realizará el 3 de septiembre.

Por su parte, Merkel viajó a París ayer lunes para participar de reuniones organizadas por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre cómo frenar la inmigración a Europa. Es una oportunidad para que la canciller refuerce su papel como la líder europea con más años de servicio en tanto buscará obtener un cuarto mandato el 24 de septiembre tras 12 años en el cargo.

“Cada vez más gente nota lo alejada que quedó la Sra. Merkel”, dijo Schulz, de 61 años, a la emisora ARD en una entrevista el domingo, donde dijo que él quiere ahorrarle a Alemania “años de estancamiento y agonía política”. Consultada por los comentarios en el canal de televisión ZDF, Merkel replicó que “todavía cuento con la fuerza y la curiosidad” para dirigir el país.

Schulz, cuyos socialdemócratas han sido socios de la coalición de Merkel estos últimos cuatro años, se concentró en cómo ella manejó la crisis de los coches diesel. Él alegó que ella “no tiene un plan” para enfrentar el escándalo que estalló hace dos años por las revelaciones de que Volkswagen AG manipuló las emisiones de sus vehículos en Estados Unidos.

La política del diesel. Los coches diesel se han transformado inesperadamente en un tema de campaña en tanto presionan al Gobierno de Merkel para que impida que los tribunales prohíban usar los coches y colapsen las ventas de vehículos.

Lidiar con esta crisis requiere mucha delicadeza en Alemania, donde uno de cada cinco empleos depende de la industria y el sector representa más de la mitad del superávit comercial del país. Uno de los líderes del Partido Verde, Cem Özdemir, dijo que el próximo Gobierno debe trazar un cronograma para poner fin a la era del motor de combustión, mientras que Merkel y Schulz dicen que los vehículos diesel tendrán que seguir en las calles durante años.

Debate. El socialdemócrata también criticó a Merkel por no convencer a los demás países de la UE para que recibiesen a grandes números de refugiados, la presionó para que adoptase una postura más dura contra Erdogan por el encarcelamiento de ciudadanos alemanes y promovió un plan de 12.000 millones de euros (US$14.000 millones) para mejorar las escuelas.

Merkel, que viene evitando mencionar el nombre de Schulz en sus apariciones de campaña, reconoció a su oponente durante la entrevista en ZDF.

“Estoy contenta por pronunciar esas dos palabras en voz alta”, dijo. “Y espero el debate televisivo”.