SAN DIEGO.- A sus 39 años, Fernando Rodney ha dado muchas vueltas y ha tenido muchos altibajos en una colorida carrera de 14 temporadas de Grandes Ligas.
En el 2016, por lo menos hasta su cambio de los Padres a los Marlins el 30 de junio, el derecho dominicano ha disfrutado otro renacimiento en su trayectoria como relevista.
Después de un 2015 para el olvido entre los Marineros y los Cachorros que terminó con el último jonrón de Daniel Murphy en los playoffs de dicho año, Rodney se repuso con bastante éxito en la República Dominicana con los Leones del Escogido durante el invierno y recibió un contrato de un año de los Padres.
Viniendo de una temporada de Grandes Ligas en la que había registrado efectividad de 4.74, Rodney empezó el 2016 con 17 salvamentos en igual número de oportunidades por San Diego. Ahora en los Marlins, reforzando al cerrador A.J. Ramos, no le ha ido tan bien (EFE de 4.50 en seis presentaciones) como con los Frailes, pero un promedio global de carreras limpias de 1.04 le ameritó su tercer Juego de Estrellas.
«Creo que es una bendición, después de todo el sacrificio y dedicación en el terreno, la disciplina. Dios me ha dado todo eso», dijo Rodney. «Lo de Seattle fue la confianza. Cuando ya no tengo confianza, no respondo de la mente ni responde mi cuerpo. Así me sentía y por eso me fui a Dominicana porque yo sabía que me iba a sentir bien».
Rodney, autor de 253 salvamentos de por vida en una carrera en la que ha lanzado por los Tigres, Angelinos, Rays, Marineros, Cachorros, Marineros, Padres y Marlins, inscribió en el 2012 la mejor efectividad en la historia (0.60) para un relevista con al menos 50.0 innings lanzados al vestir el uniforme de Tampa Bay.
Afirma el quisqueyano que ahora, cuatro años después de aquella temporada de ensueño, recobró esa forma-sobre todo durante esa primera parte de este 2016 con los Padres.
Todo le sale bien.