Former IMF head and ex economy minister with Spain's ruling conservative party Rodrigo Rato (C), who has already been charged in two corruption cases, is escorted by Police outside his Madrid home on April 16, 2015. A "search is being carried out in response to a court order at the request of prosecutors and we can not give more information at the moment," a tax office spokesman told AFP. He said he could not give the reason for the search. Spanish media reported that tax officials are looking into the origin of the money which Rato declared when he took advantage of a 2012 government tax amnesty approved by Prime Minister Mariano Rajoy's government. AFP PHOTO / JAVIER SORIANO
El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, irá a la cárcel tras el Tribunal Supremo de España ratificar ayer la condena de cuatro años y medio de prisión que le impuso por el caso de las tarjetas black.
La Sala de lo Penal desestimó el recurso de casación del expresidente de Bankia contra la condena de la Audiencia Nacional, que le consideró culpable de un delito continuado de apropiación indebida por el gasto opaco con tarjetas de crédito de la entidad.
Los 456 folios de sentencia avalan también las otras 63 condenas por el mismo delito impuestas por la Audiencia Nacional a ex directivos y ex miembros del Consejo de Administración de Caja Madrid.
El Supremo dice que «no hay duda» de la ilegalidad del sistema montado, después de rechazar que se vulnerara la intimidad de los acusados por el acceso a sus gastos o que los datos no fueran fiables.
Las penas bajan para algunos de los condenados al estimar el Supremo que debe aplicarse como muy cualificada, y no sólo simple, la atenuante de reparación del daño a aquellos que consignaron judicialmente las cantidades que extrajeron con la tarjeta.
La Audiencia sólo aplicó la rebaja máxima a quienes ingresaron el dinero directamente a los perjudicados (el Frob o Bankia).
El Supremo no encuentra en este caso motivo para hacer la distinción.
Las condenas finales oscilan entre los cuatro meses y los cuatro años y medio de prisión.
Ya son penas firmes, por lo que aquellos que superen los dos años deberán ingresar de manera efectiva en prisión. Los que han quedado por debajo -la mayoría- podrán ver su pena suspendida.
Rato y el resto de condenados con penas más altas sólo tienen la opción de que el Tribunal Constitucional estime la suspensión de la ejecución mientras se resuelven sus recursos de amparo.
El más beneficiado por la nueva sentencia es Ildefonso Sánchez Barcoj. Su pena baja de dos años y medio a un año menos un día de prisión al limitar su condena a la apropiación indebida.
La Audiencia le había condenado por dos delitos y sólo le había aplicado la atenuante simple.