El deporte es una de las pocas actividades en el mundo que no tiene limitaciones para edad, raza, relegión, políticos, color, sin importar la sede donde se llevan a cabo las competencias.
Un ejemplo de dedicación, superación y competición, es Pablo Rodríguez, quien con sus 85 años es uno de los jugadores de softbol más activo de la Liga Centro. Rodríguez, con cerca de 40 años participando en la afamada entidad deportiva, no piensa en su edad, donde cada miércoles y sábados está ahí como un un celoso guardian, presto para jugar donde diga su manager. Los jugadores, directivos de la Liga Centro, además de los visitantes muestra el respeto y admiración para ver un atleta, que puede ser abuelo de muchos de los integrantes de la liga. “Me siento bien activo y me coloco donde diga el manager, pero la mayoría de las veces estoy como bateador designado, pero si hay que defender en los jardines ó la segunda base, estoy presto para entrar al terreno”, dijo Rodríguez, al conversar con redactores de HOY. Manifestó que llegó a la liga hace 40 años cuando lo invitó un amigo que pertenecía a Unachosin, desde ahí es fijo. “Agradezco la gran acoguida y el cariño de los directivos y de mis compañeros de terreno, donde muchas veces soy consejeros de la vida, por la experiencia”, dijo.
Se siente muy a gusto, pues juega con su hijo el coronel Rafael Alberto Rodríguez, además del apoyo de su familia.