POR LEONORA RAMÍREZ
Los chicos ácidos fueron con toda la sed a la tinaja al almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, porque no le dieron tregua a Roger Noriega, el ex secretario de Estado Adjunto, de Estados Unidos, para Asuntos del Hemisferio Occidental. Lo cuestionaron sobre el ALCA, las luchas de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos por un tratamiento digno en términos de su estatus, las izquierdas latinoamericanas, Hugo Chávez, Fidel Castro y Evo Morales.
Cada una de las preguntas las respondió con toda propiedad, pero por su vasta experiencia diplomática evadió, hasta más no poder, referirse a la crisis bancaria que estalló en el 2003 en el país, en cuya ocasión él demandó que se aplicara la justicia en cada caso.
Como si no hubiese entendido la pregunta original resaltó el manejo económico del gobierno del presidente Leonel Fernández, y las perspectivas de estabilidad que tiene el país.
Donde no hubo vueltas fue con el caso Posada Carriles, el cubano acusado de derribar una aeronave de Cubana de Aviación, con más de 70 personas a bordo, en 1976.
En ese sentido, un chico ácido le preguntó cómo era posible que los norteamericanos tengan tanto celo con la lucha antiterrorista, y sin embargo mantengan en su territorio al impetrante que ha sido solicitado en extradición por Venezuela por el referido caso.
A Estados Unidos no le interesa que Posada Carriles esté allí, pero en los procesos de extradición hay que garantizar que las personas no sean torturadas cuando se entregan a los países que los solicitan, y no podemos garantizar que eso no ocurrirá en Cuba o Venezuela.
¿TODO BIEN EN GUANTANAMO?
Otro chico ácido que salió en defensa de sus principios le dijo: ¿y en Guantánamo, se respetan los derechos humanos?
Otra pregunta quedó sin respuesta, quizás por las dificultades de no dominar el español, como advirtió en principio el señor Noriega. Se trata de esta: ¿Qué diferencia hay entre Posada Carriles y los terroristas que derribaron las Torres Gemelas, en Nueva York, el 11 de septiembre del 2001?.
¡Ofrézcome, que muchachos más bellacos!
EL CAMINO A LA DICTADURA
Noriega, quien asistió al encuentro en compañía de Pedro Dájer, presidente de la Fundación para el Desarrollo Integral de la Sociedad (FUDIS), Lina Majluta, quien forma parte de la misma, y Frederik Eman Zadé, de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), destacó con su pausada voz que daba saltos entre el español y el inglés, que Venezuela está en el camino de la dictadura.
Al cuestionar las ejecutorias del Chávez, el presidente venezolano, expresó que los gobernantes del hemisferio deberían preocuparse por lo que está ocurriendo en ese país Suramericano.
LA VERGÜENZA DE AMERICA LATINA
Noriega, cuyos abuelos eran mexicanos, defiende el derecho de los inmigrantes de conseguir un mejor futuro, pero resaltó que en sus países de origen deben crearse políticas para evitar su expulsión económica.
Luego que se le cuestionara sobre la intención de Estados Unidos de levantar un muro en la frontera con México para evitar el paso de ilegales, y que se le advirtiera que en República Dominicana le dicen a esa eventual muralla el muro de la vergüenza, expresó que lo vergonzoso es que los países no crean suficientes oportunidades para sus ciudadanos.
MATARON AL CHIVO
Claro que el tema de la sobremesa, entre un grupo de ácidos, fue el asesinato del dictador Rafael Leonidas Trujillo, el 30 de mayo de 1961.
Los más conocedores de esa parte de la historia dominicana comentaron las ficciones de la novela La Fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa, y de la película basada en la misma producida por Luis Llosa.
En la conversación hubo dos coincidencias temáticas: Trujillo no tuvo a todas las jovencitas que se les atribuían, y el actor que lo encarna en el film (Tomás Milian), no representa su férreo carácter.