El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario Márquez, advirtió a los 60 mil miembros de la Policía Militar Electoral que un error en el mando podría acarrear consecuencias fatales y hasta desestabilizar el proceso electoral, y los conminó a ser “excesivamente tolerantes” con los ciudadanos el 15 de mayo próximo.
Alertó a los militares que serán los responsables de garantizar que los civiles elijan a quienes quieran que los gobierne en absoluta libertad y mantener a los partidos alejados de los colegios electorales, sean estos oficialistas o de la oposición.

Señaló que ningún político, sea de oposición o de Gobierno, podrá dar instrucciones a los militares, facultad que la Constitución asigna a la Policía Militar Electoral ese día, ya que están en juego la paz y la democracia dominicanas.

Expresó que todos los políticos son contendientes, por lo que cualquier instrucción que impartan sería parcializada y los militares no son parciales en este proceso. Precisó que los artículos 123 y 124 de la Ley Electoral, No. 275-97, establece los patrones de conducta durante las elecciones, por lo que no debe permitirse la formación de turbas a por lo menos 50 metros de distancia de las mesas de votación.

Sostuvo que un militar no tiene por qué estar a menos de 50 metros de distancia de una urna y solo debe acudir a la mesa cuando lo llame el presidente del colegio.

Tras un discurso de apertura en el programa de capacitación al cuerpo militar que tendrá a su cargo el control de la seguridad en las elecciones, Rosario Márquez advirtió que cualquier error de cualquier efectivo podría, incluso, cuestionaría la legitimidad del proceso.

Admitió que no es tarea cómoda compactar a más de 60 mil efectivos que tendrán el control de garantizar la paz y la armonía, antes, durante y después de las elecciones.

Explicó que lo único que unifica a los militares y a la autoridad civil es la Constitución de la República, texto que establece que el día de las elecciones la JCE asume la dirección y coordinación del trabajo.

Aclaró que “no lo hace con el interés y el propósito de sustituir a sus mandos naturales, lo hace en el interés del constituyente de que ese día todo gire alrededor de lo que es el ejercicio supremo del derecho al sufragio”.

El jefe de la Policía Militar Electoral es el general Matnín Liberato, quien tiene a su cargo la ejecutoria de las acciones a desarrollar durante las elecciones.
Leyó el resumen de la cartilla que contiene las pautas que deben seguir los militares y policías electorales, vigente durante muchos años, lo que hace de ella casi una biblia para las elecciones.

Señaló que de parte de la JCE nunca los militares recibirán una instrucción sobre exceso, que no sea la de garantizar el cumplimiento de la Ley Electoral.

Instó a los agentes a ser excesivamente tolerantes el día de las elecciones ante el ciudadano que se expresa, que en la mayoría de las veces lo hace de manera ordenada, pero que en ocasiones pudiera aparecer alguien que haga lo contrario.

Recordó que hace años los policías militares dejaron de ser beligerantes al momento de decidir políticamente en el país.

Dijo que el cronograma electoral entró a una fase decisiva en cuanto a su organización, así como en lo que tiene que ver con la efectividad para garantizar el ejercicio de uno de los derechos esenciales de los ciudadanos para consolidar el

Estado social y democrático de derecho.
Informó que el día antes de las elecciones, los militares transportarán 16 mil equipos de control de huellas dactilares, igual cantidad de impresoras y de equipos de escrutinios.