Anna Baraulina y Jake Rudnitsky
Luego de liquidar más de la cuarta parte de sus bancos, Rusia quiere asegurarse de que los sobrevivientes reciban más que un simple llamado de atención por violar las reglas.
En el marco de su campaña contra el lavado de dinero, el Banco de Rusia apela a las mismas normas que usan los organismos reguladores estadounidenses y europeos y planea reducir las exigencias de informes de las entidades al tiempo que aumenta el castigo si las descubre infringiendo las reglas, dijo el vicegobernador Dmitry Skobelkin en una entrevista en Moscú.
“Estamos dispuestos a reconsiderar ese enfoque”, dijo Skobelkin. “Pero en ese caso tendremos que aumentar la responsabilidad de forma proporcional”.
A diferencia de los miles de millones de dólares de multas impuestas por infracciones en los bancos europeos y estadounidenses, Rusia no ha recurrido demasiado a multas durante una fuerte purga del sector que llevó a cabo la gobernadora Elvira Nabiullina. Incluso después de reducir lo que llama fuga ilegal de capitales a 64.000 millones de rublos (US$1.000 millones) en el primer trimestre, menos de la mitad del nivel de igual período del año pasado, el Banco de Rusia exige a las entidades crediticias que reduzcan un 20 por ciento por trimestre las operaciones que tengan características de lavado de dinero, según Skobelkin.
La limpieza de Nabiullina. El sector financiero combate una crisis en tanto se deteriora la calidad de los activos durante el segundo año de recesión, la más prolongada desde la llegada al poder del presidente Vladimir Putin. Los organismos reguladores han presionado a los bancos que se consideraba estaban mal administrados o insuficientemente capitalizados, mientras que Nabiullina cerró más de 250 entidades bancarias desde su designación en 2013 a los efectos de sanear el sistema.
Con los cierres, la cantidad de bancos sospechosos de gran cantidad de transacciones dudosas se ha reducido a cinco a fin del primer trimestre, en comparación con 150 a mediados de 2013, dijo Skobelkin. El organismo regulador bancario define como “operaciones dudosas” las transacciones o préstamos falsos utilizados para trasladar dinero al exterior.
“La economía paralela sigue necesitando apoyo financiero, y todo lo que podemos decir es que ahora tienen menos respaldo de los bancos”, dijo Skobelkin.
El organismo regulador, sin embargo, se ha mostrado renuente a usar grandes multas y se basa en estrictas exigencias de informes para monitorear las actividades. Luego de que Deutsche Bank AG detectara transacciones sospechosas que sacaron de Rusia US$10.000 millones entre 2012 y 2014, el banco central respondió con una multa de menos de US$5.000, dijeron el año pasado personas con conocimiento del tema.