El baloncesto de la NBA cuenta en su plantilla con una gran cantidad de excelentes jugadores armadores, para muchos una de las posiciones más imprescindible del juego.
Y todo porque estos bases no mantienen el ritmo de juego como los hacían anteriormente, ya que en el pasado se enfocaban solo en el buen manejo del balón en sus manos y en la creación de alimentar a sus compañeros.
Hoy en día, estas especies son capaces de anotar como cualquier otro, por ende, poder cargar ofensivamente a su equipo en el trayecto de un partido.
Pero en los últimos tiempos el juego ha evolucionado y las responsabilidades de cada posición cambiaron.
Razón por la que para analizar hemos tomado en consideración el impacto de cada armador y como logra que su equipo alcance la victoria.
La escogencia ha sido difícil, pero nos enfocamos en sus actuaciones ofensiva y defensiva durante la serie regular.
Para el primer puesto nos quedamos con el base Russell Westbrook, de Oklahoma Thunder City.
Este señor es capaz de conseguir estadísticas increíbles, pese a quizás usted pensar que no ha podido llevar a su equipo a la final de su Conferencia.
Basta con observar sus números para darse cuenta de la realidad. El nativo de Long Beach, California, procedente de la universidad de UCLA, lideró a los demás armadores en asistencias con 10.3 y rebotes con 10.1, además de tener el segundo mejor porcentaje de puntos anotados por partido con 25.4. Ni hablar de su capacidad para alcanzar el triple-doble.
Cabe puntualizar que no fue culpable que su equipo haya sido eliminado en los playoffs, ya que hizo de todo para ganar, al finalizar con average de 29.3 puntos, 12.0 rebotes y 7.5 asistencias. Un año antes, en los playoffs del 2017, también en el fracaso de los Thunder, este “barbarazo” encabezó las semifinales en promedio de 37.4 por encuentro y rebotes con 11.6, además de facturar 10.8 asistencias.
Escoltado por Stephen Curry, del Golden State Warriors.
“El chico maravilla”, como le llama mi gran amigo Frank Prats, es un jugador especial, ya que puede anotar sin afectar la producción de sus compañeros, por lo que es un auténtico ganador.
En la contienda pasada promedió 26.9 por encuentro (segundo mejor de su posición), con 6.1 asistencias y 5.1 balones atrapados debajo del palo.
Damian Lillard, de Portland Trail Blazers, se une al grupo. Al igual que Westbrook y Curry posee un gran manejo del balón y es eficaz en sus disparos de corta y larga distancias.
Lillard fue el mejor anotador de los bases de la liga con 26.9 tantos por juego, 6.6 asistencias y 4.5 rebotes.
Seguido de Kyrie Irving, de Boston Celtics. Es un jugador con gran manejo de balón y una habilidad especial para lograr canastos en tráfico. Su puntería mejoró grandemente y puede anotar su tiro a media y larga distancia.
Ofensivamente no tiene deficiencias este jugador, ahora logró involucrar a sus compañeros gracias al sistema de juego de los Boston Celtics y su dirigente Brad Stevens. Basta con mirar sus números de 24.4 tantos, 5.1 asistencias y 3.8 rebotes.
John Wall, de Washingtong Wizards, es un auténtico mago en el manejo del balón, pero él solo no lo puede hacer todo. Sus 19.4 puntos por encuentro y 9.6 asistencias son testigos de su trabajo en su rol de armador.
Chris Paul, de Houston Rockets, sigue siendo de los pilares de su posición. CP es el mejor armador tradicional de esta lista. Su balance de atacar y crear ofensiva para él y sus compañeros es perfecto. Es un Salón de la Fama cuando culmine su carrera y uno de los mejores, sino el mejor, armador de su generación. Su carrera cogió un segundo aire con su llegada a Houston y demostró en la pasada campaña que todavía le queda buen baloncesto.
Paul es sin duda uno de los mejores armadores defensivos, contando con seis títulos de robo de balón y es un nueve veces escogido al equipo Todos Defensa.
Su impacto en la cancha es enorme y los Rockets sintieron su ausencia en los partidos seis y siete de la Serie Final de Conferencia frente a los Warriors de Golden State.