Sabotaje contra la red eléctrica

Sabotaje contra la red eléctrica

Un sabotaje, por fortuna sin las consecuencias que pretendían sus autores, se suma a la cadena de sucesos perturbadores que se han producido en estos días en el país. Esta vez se trata de que manos desconocidas removieron los tornillos y soportes de las bases de 14 torres de las líneas de 138 kilovoltios con el propósito de hacer colapsar el sistema eléctrico a nivel nacional. Esta acción, que ha sido denunciada por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED), nos pone ante intenciones criminales de gran envergadura contra patrimonio estatal y perjuicios previsibles muy severos para todos los dominicanos.

El sabotaje fallido debe poner en alerta a los organismos de seguridad del país. Es necesario adoptar medidas especiales que permitan una vigilancia eficaz de las torres de transmisión eléctrica, sobre todo en lugares apartados o de difícil acceso. Tal vez la instalación de sistemas de cámaras a circuito cerrado facilite esta tarea. Por lo pronto, procede que se realice una minuciosa investigación para tratar de identificar a quienes pretendían que colapsaran 14 torres de líneas de alta tensión que de haber tenido éxito hubiera apagado el país quién sabe por cuánto tiempo. Hay que desentrañar los fines, políticos, comerciales o de otra índole, perseguidos por medio de una conspiración tan grave como la denunciada.

EL GRAN AUGE DE LA MIPYME

Atendiendo al hecho de que las micro, pequeñas y medianas empresas son para la economía como las células para el organismo humano, hay que destacar el acierto de la política oficial enfocada en dar respaldo pleno a este sector. Un estudio auspiciado por Fondo Micro, el Ministerio de Industria y Comercio y el BID, revela que de 41 mipyme por cada mil habitantes que había en 1993, el número ha pasado a 75 por cada mil habitantes. Ese crecimiento tiene un fuerte impacto en términos de creación de empleo y movilidad económica.
Los resultados de este estudio deberían inspirar una política oficial dirigida a sustituir empleos públicos derivados del clientelismo por apoyo técnico y financiero al emprendimiento, para impulsar mipyme que generen plazas de trabajo y autonomía económica al mismo tiempo que ahorro para el sacrificado erario.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas