Salud Preventiva: Ergonomía y salud: mi ambiente de trabajo y yo

Salud Preventiva: Ergonomía y salud: mi ambiente de trabajo y yo

Doctora Miriam A. Rodríguez
Médico familiar y comunitario, médico ocupacional

En los últimos años, los seres humanos nos pasamos la mayor parte del tiempo fuera de nuestros hogares, producto de que el mundo es cambiante y la globalización nos llevan a que seamos entes proactivos. Pasamos la mayor parte de este tiempo en nuestro trabajo, que se convierte en el segundo lugar donde permanecemos más tiempo.
Por esta razón, entendemos que es de vital importancia estar en perfecta armonía con este ambiente en el cual pasamos más de medio día.
Es por esto que para el año 2000 el consejo de la Asociación Internacional del Trabajo (IEA) adoptó el término “ergonomía”, palabra que se deriva del griego “ergos”, que significa trabajo, y “nomos” que significa leyes. Así, ergonomía se define como la ciencia que estudia cómo adecuar la relación del ser humano con su entorno laboral. La misma está sistemáticamente organizada y es aplicable a todos los aspectos de la actividad humana con la finalidad de buscar una conexión armoniosa entre hombre, máquina y ambiente, elaborando métodos de estudio de individuos, la técnica y la organización. Es decir, busca diseñar un lugar de trabajo de manera tal que se adecúe a las capacidades humanas para impedir enfermedades que son desencadenadas por el trabajo.
Esta disciplina está dividida en dos grandes ramas, una se refiere a la ergonomía industrial (o biomecánica ocupacional), que se concentra en los aspectos físicos del trabajo y capacidades humanas tales como fuerza, postura y repeticiones de movimientos, enfocada al binomio hombre-trabajo y la otra rama se refiere a los factores humanos y está orientada a los aspectos sociales-psicológicos del empleo, como la carga mental y toma de decisiones.
La ergonomía va de la mano con la salud ocupacional, la cual se encarga de medir e identificar riesgos de salud en el trabajador con la finalidad de proteger y mejorar la salud física, mental, social y espiritual del mismo en sus puestos de trabajo, repercutiendo de manera positiva en la empresa.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada día mueren 6300 personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo. Esto representa más de 250 millones de accidentes en el trabajo al año, muchos de ellos prevenibles, resultando estos en absentismo laboral, con un total de 160 millones de enfermedades profesionales cada año.
El coste diario por enfermedades laborales es enorme, teniendo cargas económicas tan altas que sobrepasan el 4 % del Producto Interior Bruto global de cada año.
De acuerdo con diversos estudios realizados en Europa y los Estados Unidos, se estima que de un 50 a un 90 % de los usuarios habituales de computadoras sufren fatiga ocular, ojos rojos y secos, tensión de párpados, lagrimeo, sensación de quemazón, visión borrosa y dificultad para enfocar objetos lejanos, a la vez que asumen posturas corporales inadecuadas que les generan tensión muscular, lo que se traduce en dolor de cabeza, cuello y espalda.

Estas estimaciones de la OIT muestran tasas de accidentes mortales que alcanzan a casi la mitad de Europa y Asia y se cuadriplican en la región de América Latina/Caribe.
Fomenta
Fomentar medidas ergonómicas preventivas genera en el personal un mayor estado de bienestar, que se traduciría en beneficios para la empresa, disminuyendo de manera satisfactoria el ausentismo laboral y el estrés psicológico, además de reflejar un incremento en la productividad.
La ergonomía apela a cambiar hábitos laborales aplicados al trabajo buscando no solo el aumento de la productividad, sino también cuidando de la comodidad, salud y confort de quienes participan en la institución.
Lamentablemente, las normas de prevención se desarrollan una vez producido el daño y muchas de estas aparecen tiempo después de ser conocidos estos efectos. Esto debe ir cambiando, porque si conocemos nuestro entorno los resultados serán distintos.
Estamos llamados a ser entes multiplicadores, el no hacerlo podría llevarnos a sufrir lesiones tanto físicas como mentales, que en la mayoría de los casos pueden ser permanentes y que ocurren por la mala utilización de nuevas tecnologías, por la falta de condiciones ergonómicas adecuadas en los puestos de trabajos y por los cambios en la organización.

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