POR MANUEL JIMÉNEZ
La jefatura de la Fuerza Aérea Dominicana ordenó el arresto del copiloto dominicano del avión brasileño Super Tucano que en un ejercicio de acrobacia y maniobrabilidad realizó el jueves al menos dos pases rasantes sobre la tarima en que se encontraba el presidente Leonel Fernández, trascendió ayer en diversas fuentes.

El teniente coronel piloto Candelario Aponte fue sancionado con 30 días de arresto por disposición del mayor general Pedro Rafael Peña Antonio, jefe de la Fuerza Aérea.

Al oficial se le encaró por no haber advertido al piloto brasileño que piloteó la nave de combate que este tipo de maniobra está prohibida sobre toda área en que se encuentre el presidente de la República. «Esta es una disposición que rige no sólo en la República Dominicana, sino en cualquier parte del mundo», precisó una de las fuentes.

Fernández ocupó la tarima junto al alto mando militar, embajadores extranjeros, entre ellos el de Brasil, Edgar Dunloc y otros invitados especiales en el curso de la ceremonia que tuvo lugar en la Base Aérea de San Isidro, al Este de Santo Domingo, en ocasión de la investidura de un curso de Comando Aéreo y de Estadio Mayor, así como de inauguración de varias obras castrenses.

Periodistas y otras personas presentes observaron cuando algunos jefes militares sentados debajo de la carpa que cubrió la tarima reaccionaron con asombro ante la presión y el ruido provocados por el pase de la nave.

Este avión, que ha tenido una gran demanda entre fuerzas aéreas militares de varias partes del mundo, incluso del Medio Oriente, tiene entre sus particularidades que solo es advertido cuando se encuentra sobre el objetivo, pese a tratarse de un diseño turbo-hélice. La nave, que se aclaró no rompe la barrera del sonido, si es del tipo silencioso. El primer pase rasante sobre la tarima presidencial tomó de sorpresa al presidente Fernández, a los jefes militares y al resto de los invitados especiales, narraron algunas de las personas que estaban sobre la tarima.

Se recuerda que en una ocasión un oficial piloto murió en la misma base de San Isidro cuando realizaba acrobacias a bordo de un A37-B, los últimos aviones de combate comprados por la Fuerza Aérea al gobierno de los Estados Unidos.

Ese oficial, que había sido sancionado en otras ocasiones por vuelo temerario, quedó fulminado en el interior del avión, uno de los últimos que quedaba operando en el país de una flotilla de ocho que había adquirido la administración de Salvador Jorge Blanco.

Entre los que ocuparon asientos en la tarima se cuenta al secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Ramón Aquino García, de quien se afirma que fue quien advirtió al jefe de la Fuerza Aérea en torno «a la imprudencia» y ordenó la sanción. Además, los jefes de la Marina de Guerra, vicealmirante Ivan Peña Castillo y del Ejercito Nacional, así como el jefe de la Policía Nacional, mayor general Bernardo Santana Páez y los tres subsecretarios de las Fuerzas Armadas, entre ellos el del área del Ejercito, mayor general Estrella Fernández.

Brasil está ofertando a la República Dominicana la venta de una flotilla de entre 8 y 10 aviones Super Tucano, a fin de garantizar la seguridad del espacio aéreo nacional. La nave que realizo las maniobras el jueves fue traída como modelo para mostrar sus capacidades al presidente Fernández y a los jefes militares.

El jefe de la Fuerza Aérea, mayor general Peña Antonio, aclaró que el gobierno dominicano no ha tomado ninguna decisión en torno a la oferta, pues está evaluando el costo de cada unidad, así como las garantías de las piezas de repuesto.

Las autoridades dominicanas precisan reforzar sus medios de defensa para controlar los vuelos no identificados que violan su espacio aéreo y que en la mayoría de los casos están relacionados con el narcotráfico internacional.