Sangre de maco

Sangre de maco

Eusebio Rivera Almodóvar

Aunque los profesionales de la política han convertido en proverbio bíblico el concepto de que en campaña puede decirse y prometerse cualquier cosa, aunque al llegar al poder no se cumpla casi nada, quiérase o no, la realidad va cambiando y es así como ahora a cualquier presidente le pueden poner en las redes sociales todas las porquerías que dijo en campaña y, aunque a ellos no les importe un carajo, queda en el ciudadano la impresión de que su palabra y nuevas promesas son discursos malolientes.
Es impresionante la inmutabilidad con que algunos gobernantes nuestros reciben las publicaciones de sus embustes de campaña y los escándalos de corrupción en sus gobiernos. El doctor Balaguer (QEPD) fue el ejemplo por excelencia de la coraza y sangre de maco frente a los ataques de la opinión pública y las denuncias de los medios de comunicación. Se ganó el sobrenombre de mandatario “ciego, sordo y mudo” cuando en realidad su única discapacidad era una deplorable ceguera.
En estos días está circulando en las redes sociales un segmento de un discurso de campaña del presidente Medina, afirmando que de llegar a la presidencia de la República, tendría mano dura contra los potenciales funcionarios corruptos y es posible que, como ha hecho con numerosos casos de envergadura nacional e internacional que lo involucran, exhiba una tradicional sangre de maco y no diga esta boca es mía, continuando con el nuevo hábito, no heredado, pero circunstancialmente compartido con las ranas, de saltar charcos como lo hacen los macos de la fauna nacional, en armónica combinación de sangre fría y largas patas para brincar de un lodazal a otro.