Santiago gana o pierde la guerra para salvar el Yaque

Santiago gana o pierde la guerra para salvar el Yaque

Ciento cuarenta (140) ciudades socias del Centro Iberoamericano de Desarrollo (CIDEU) entienden que la estrategia para salvar ríos se gana o pierde en las ciudades. También en las ciudades se gestan las operaciones de impacto al cambio climático. El Yaque del Norte arriba casi limpio a Santiago, pero en el transcurso de 10 kilómetros se deteriora significativamente.
Del 2010 al 2018 los indicadores de calidad del agua del río están alterados a su paso por la ciudad. La Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) no cumple la norma. La Demanda Química de Oxígeno (DQO) es alta. Hay contaminación con material no biodegradable, resultado del uso indiscriminado de agroquímicos y contaminantes industriales, aguas arriba del Yaque. La saturación en Oxígeno Disuelto (OD) también está afectada.

La turbidez calibrada por el indicador de Unidad de Turbidez Nefelométrica (UTN) al igual que los sólidos suspendidos, aumentan debido a las aportaciones de sectores pobres residentes en cañadas con viviendas sin conexión al tratamiento del agua residual. También generan degradación los residuos sólidos arrojados al río. Del 2010 al 2018, la turbidez del agua a la entrada del río se registra en 11 UTN, pero a la salida aumenta en 745% con valores superiores a los 93 UTN.

El Nitrógeno Total crece al paso del río por la ciudad. Al entrar es de 0.30 mg/l al salir 1.0 mg/l. Este incremento condiciona la eutrofización de sus aguas ya que el mismo sirve como alimento de las algas que a su vez utilizan el OD que disminuye significativamente su nivel. El Amonio Total indica contaminación química del agua, y los estudios del Plan Estratégico de Santiago auspiciados en su momento por USAID, evidencian que a la entrada del río, el amonio es apenas de 0.28 mg/l y a la salida alcanza los 2.19 mg/l. El Fósforo Total está por encima de normas requeridas como resultado de las actividades agrícolas, al ingreso del río es de 1.10mg/l, pero al tránsito aumenta aún sus niveles a 3.4mg/l.

Hemos avanzado pero todavía impactan las descargas industriales sin tratamiento y las graves aportaciones de la mayoría de cañadas sépticas. Por eso se impone instalar el Colector 10 en el arroyo Guazumal-Pontezuela, un proyecto a cargo de CORAASAN. También con recursos especiales de los que retiene el Estado a los gobiernos locales, hay que poner en operación los proyectos pactados en Ayuntamiento y CORAASAN en el contexto del Plan Estratégico, de Acción del BID y los programas de Resiliencia apoyados por la Fundación Rockefeller.

En la cuenca Yaque se evidencian buenas acciones. La reforestación que impulsa el Plan Sierra es decisiva; los proyectos que impulsa el Plan Yaque, el Fondo de Agua, Cultivando Agua Buena, el postgrado Gestión de Agua de PUCMM, el aporte de HydroBID a la gestión georeferenciada y las labores de sensibilización de SOECI, son vitales.

Esas iniciativas son insumos para articular un genuino Plan de Ordenamiento y Gestión Sostenible de la cuenca del Yaque, impulsado por la Comisión Presidencial. Es irrebatible que las acciones privilegien la metrópolis más importante del corazón de la República Dominicana, Santiago.

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