Se cumplen 20 años de la “Batalla de jonrones”

Se cumplen 20 años de la “Batalla de jonrones”

FILE - In this Aug. 4, 2004, file photo, Chicago Cubs' Sammy Sosa hits a three-run home run off Colorado Rockies relief pitcher Scott Dohmann during the seventh inning of a baseball game at Coors Field in Denver. With the cloud of steroids shrouding the candidacies of Barry Bonds, Roger Clemens and Sosa, baseball writers on Wednesday, Jan. 9, 2013, might not elect anyone to the Hall of Fame for only the second time in four decades. (AP Photo/Jack Dempsey, File)

Cuando se cumplen ya dos décadas de uno de los veranos más impresionantes en toda la historia de las Grandes Ligas, el ex toletero dominicano Sammy Sosa disfruta la vida, muy lejos de donde deleitó al mundo junto a Mark McGwire cuando ambos rompieron la marca de jonrones, de 61, de Roger Maris.
Hoy Sosa reside en Dubai, en los Emiratos Arabes, una de varias ciudades del mundo -incluyendo Santo Domingo y Miami- donde el ex jardinero de los Cachorros de Chicago tiene viviendas, pero aun recuerda como si fuera ayer su persecución de la historia.
“Se siente como si fuera ayer, porque ese fue el año que asombré al mundo -que asombramos el mundo”, dice Sosa en una amplia entrevista publicada en la revista Sports Illustrated.
El récord quedó en poder de McGwire, con 70, pero Sosa terminó con promedio de bateo de .308, fue a la postemporada y ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
Veinte años más tarde, el cariño que la ciudad de Chicago le profesó parece haber desaparecido por completo, junto a una actitud hostil de los dueños de los Cachorros, específicamente John Ricketts, quien en enero pasado dijo que Sosa no sería recibido hasta que no confesase “todo lo malo que hizo”.
“Le pasé a Ernie Banks en jonrones en la historia de los Cachorros”, dice Sosa. “El tiene una estatua y yo no tengo nada. Entonces, ¿qué diablos es eso?”.
Para su rival en la lucha jonronera, su batalla con Sosa le devolvió la vida al béisbol.
“La gente tenía un mal sabor de la huelga del 94; mucha gente no veía béisbol. Pero el ‘98 los trajo de vuelta. Me siento orgulloso por eso. Todavía hay gente que me agradece”, recuerda McGwire.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas