Buenos Aires. Los obreros de la industria del aceite de Argentina decidieron continuar una huelga que lleva 18 días y paraliza los embarques internacionales de granos y derivados, informaron este sábado fuentes sindicales.
El sector sindical responsabilizó al gobierno por la falta de solución al conflicto, al sostener que el viernes habían llegado a un acuerdo con los empresarios y exportadores para un incremento salarial de 36% en 2015 pero que no fue avalado por el ministerio de Trabajo, según un comunicado.
«Hoy la huelga continúa, pero ya no solo contra las patronales, sino también para que el Ministerio de Trabajo destrabe el acuerdo y garantice la vigencia de paritarias libres», advirtió el parte de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines.
Se espera una nueva reunión en el ministerio de Trabajo el martes, ya que el lunes es feriado en Argentina. «Reiteramos que los aumentos salariales no generan inflación y mucho menos en esta actividad, en la que la incidencia de los salarios en la facturación de las empresas es ínfima», sostuvo la Federación.
El gobierno de Cristina Kirchner pretende poner un techo a las negociaciones colectivas con la idea de evitar que se dispare la inflación que se desaceleró en los últimos meses. El ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo el jueves que la inflación será «como máximo» del 20% en 2015, pero fuentes privadas la calculan entre 25 y 30% luego de ubicarla entre 30 y 40% el año pasado.
Varios acuerdos colectivos se firmaron la semana pasada con aumentos de 27%, entre ellos en el influyente gremio metalúrgico, que conduce el líder del ala aliada al gobierno de la Confederación General del Trabajo (CGT). En cambio, sindicatos opositores anuncian paros para el 4 y 9 de junio.
La huelga de obreros aceiteros «ha escalado de tal forma que trasciende las partes en pugna», advirtió el miércoles la Bolsa de Comercio de Rosario, el principal polo agroindustrial del país, 300 km al norte de Buenos Aires. Terminales portuarias en las zonas aledañas a Rosario (provincia de Santa Fe) y en otras al sur de Buenos Aires sufren bloqueos de la Federación.
La cosecha de soja argentina este año tendrá un récord histórico al rondar las 60 millones de toneladas, aunque la caída de precios internacionales generará menos ingresos para los empresarios y el fisco. Argentina es uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos, con sus ventas de granos, cereales, aceites y derivados, negocio que le reportará este año más de 30.000 millones de dólares, un 30% de sus exportaciones globales.