La Asociación Dominicana del Acero (Adoacero) reveló que luego de que en el 2015 Haití prohibiera la entrada terrestre de 23 productos dominicanos a su territorio, se ha producido una reducción en las exportaciones de acero dominicano a ese país, mermando considerablemente la participación de mercado.
Según Adoacero, los datos oficiales de sus miembros muestran reducciones de entre 80 y 90% de las exportaciones de acero terminado producido en el país en los años 2016 y 2017 si se compara con 2015.
El director ejecutivo de Adoacero, Alfredo Baduí, calificó la situación como preocupante, ya que una baja tan drástica en un mercado tan importante como el de Haití atenta contra la seguridad y productividad de la industria, por lo que es necesario que se hagan las gestiones de lugar para poder levantar dicha veda.
“Esta veda terrestre solo beneficia al comercio informal; está lesionando la producción dominicana y el Gobierno haitiano como quiera no está aumentando sus recaudaciones porque lo que ha pasado es que la informalidad se ha disparado”, declaró Baduí.
Explicó que “la reducción de volúmenes genera menor economía de escala productiva, provocando merma en la utilización de capacidad productiva y por ende de empleos indirectos que pueden rondar cerca de unas 200 plazas entre producción, logística y otros renglones dentro de la cadena de valor”.
Para el año 2013 la participación de la República Dominicana en el mercado haitiano de acero terminado era de un 61%, mientras que en la actualidad se ha reducido a apenas un 6%.
“Nuestro país está perdiendo competitividad producto de la veda. Mientras antes éramos el principal exportador de acero a Haití, ahora estamos a la cola de la lista, y de nuestra posición se han adueñado Turquía y China que representan 58 y 33% del mercado respectivamente en la actualidad”, indicó Baduí.
La veda terrestre ha forzado a que el acero dominicano tenga que ser exportado a Haití vía marítima, lo cual, según Adoacero, ha encarecido el costo logístico del producto criollo hacia ese mercado en más de un 80%.
Una situación similar a la del acero también la están viviendo los fabricantes locales de cemento, producto que también ha sido vedado por las autoridades haitianas.
Ante esta realidad el sector de construcción del país ha experimentado un freno drástico en sus planes de expansión regional en el Caribe, lo que según Adoacero, debería llamar a reflexión a las autoridades.