Señalan a sospechoso de matanza en México

Señalan a  sospechoso de matanza en  México

La llegada de los colonos españoles a tierras mexicanas conllevó una mortandad sin precedentes de millones de indígenas, cuyas causas han permanecido inciertas hasta hoy, cuando un estudio internacional usó las técnicas más avanzadas para revelar un claro sospechoso: la bacteria Salmonella enterica.
Después de la llegada de los europeos, decenas de enfermedades se extendieron a través de las Américas, devastando a las poblaciones del Nuevo Mundo, no adaptadas a los patógenos que portaban los conquistadores y colonos.
Aunque hubo numerosas narraciones de primera mano sobre estas mortandades, en la mayoría de los casos ha sido difícil, si no imposible, identificar las causas con base exclusivamente en las descripciones históricas de los síntomas.
En algunos casos, por ejemplo, los síntomas de infecciones causadas por diferentes bacterias o virus pueden ser muy similares, o pueden haber cambiado en los últimos 500 años.
Por tanto, investigadores de todo el mundo han confiado en que las mejoras en el análisis de ADN antiguo y otros enfoques novedosos puedan conducir a un avance en la identificación de las causas desconocidas de estos eventos mortíferos.
De todas las epidemias coloniales del Nuevo Mundo, una de las más devastadoras fue la ocurrida de 1545 a 1550, conocida localmente como “Cocoliztli” (mal o peste en lengua náhuatl), que afectó amplias porciones de México y Guatemala, incluyendo la localidad mixteca de Teposcolula-Yucundaa, en el sureño estado mexicano de Oaxaca.
De una población nativa calculada en unos 20 millones en lo que hoy es México, la enfermedad acabó con la vida de entre 12 y 15 millones.
Excavaciones arqueológicas en el sitio han sacado a la luz el único cementerio conocido hasta la fecha que está ligado a este brote en particular (uno posterior, de 1576 a 1580, ocasionó otros dos millones de muertes).
Después de la epidemia, el asentamiento de Teposcolula-Yucundaa fue reubicado de la cima de una montaña al valle adyacente, lo que dejó al cementerio esencialmente intacto hasta las excavaciones recientes.
Estas circunstancias hicieron de Teposcolula-Yucundaa un sitio ideal para poner a prueba un nuevo método para buscar evidencias directas de las causas de la enfermedad.

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