Con gran pesar y dolor por parte de familiares, amigos y algunos compañeros de armas fueron sepultados ayer en el Cementerio Cristo Salvador los restos de Anny Montero Montero, la sargento mayor de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte (Digesett) que murió el pasado viernes por herida de bala en la cabeza, que se habría disparado por circunstancias bajo investigación. Su cadáver fue encontrado en un baño de la embajada de Estados Unidos, donde estaba asignada con el objetivo de trabajar en la viabilización del tránsito.
El sepelio de la suboficial se realizó bajo un sol candente, mucho llanto, dolor y un clamor colectivo de una respuesta creíble por parte de las autoridades policiales, sobre las circunstancias que motivaron el hecho.
Los parientes y amigos más cercanos de Montero Montero que acudieron al Cementerio Cristo Salvador, en la zona oriental, no paraban de lamentar el hecho y a la vez criticaron la escasa presencia de oficiales superiores y compañeros de armas en los actos fúnebres. A pesar de su queja se observó en el cementerio al subdirector de la Digesett, coronel Ricardo Scharbay Vásquez. También al coronel Félix Alberto Gómez Geralino.
Durante el último adiós a la suboficial hubo desmayos, profundo pesar y expresiones de sentimientos para elevar plegarias y pedir su descanso eterno. Los restos de Montero Montero fueron velados en la Funeraria Blandino de la avenida Sábana Larga, Santo Domingo Este, donde acudieron cientos de familiares y amigos para darle el pésame a su madre y sus hermanos.
Policía investiga. En torno al hecho, el vocero de la Policía, coronel Frank Félix Durán Mejía informó que técnicos oficiales de la institución trabajan para determinar las circunstancias en que murió la suboficial.
Alegó que desconocía quién era el supervisor de la sargento mayor Montero Montero. Indicó que ya los investigadores empezaron las entrevistas para establecer las razones reales. Dijo que esperan tener pronto una conclusión..