¡Ser oportuno!

¡Ser oportuno!

A qué me refiero con ser oportuno? Simplemente, a esa capacidad de poder hablar y actuar en el tiempo, lugar o circunstancia conveniente, es decir, sabernos manejar, respetar los límites incluyendo los de la tolerancia por parte de la otra persona.

Se dice que la persona es oportuna cuando hace o dice algo conveniente, en la circunstancia adecuada, así como de sus palabras, acciones, y actitudes.

Si entendiéramos mejor, que para todo hay un tiempo oportuno, porque en esta vida todo tiene su momento, asumiríamos mejor que lo que hoy estamos viviendo es oportuno para esta época de nuestra vida porque Dios tiene todo bajo su cuidado. Todo lo que pasa en este mundo está bajo su perfecta y Soberana Voluntad.

Pero lamentablemente, como dicen: hay de todo en la viña del Señor; hay personas que son bastante inoportunas, porque no saben más que ser desatinado con la palabra, con la presencia, con los comentarios, con los silencios… De una forma u otra, demuestran no saber reaccionar con sensatez y sentido común ante las distintas situaciones que nos ocurren en la vida y en las relaciones humanas, por eso decimos que “desentona” porque no sabe ser oportuno en el momento exacto en el que vive.

Regularmente, es común notar que las personas educadas y sensatas “saben estar”, no “desentonan”, no son ni mal educados ni egoístas. Lógicamente para ser una persona oportuna hace falta tener un buen nivel de madurez personal. Normalmente los niños son inoportunos al igual que los adultos que son inmaduros.

Para ser oportuno, debemos desarrollar el sentido de la reflexión antes de hacer o decir las cosas. Tenemos que aprender a recapacitar las cosas que hacemos o queremos hacer. Debemos tratar de concientizar sobre que hacemos o decimos, antes de juzgar al otro, y analizar nuestros pasos antes de cuestionar los del otro.

Me encontré interesante esta manera de analizar la actitud de los demás para identificar si somos oportunos:

– Observar a las personas que dialogan contigo de manera normal. Ver si tratan de marcharse rápidamente cuando llevas un rato con ellos…

– Observa las caras que ponen cuando te ven y cuando dialogan contigo.

– Mira el tipo de conversaciones que tienen contigo: ¿son conversaciones profundas o meras charlas para salir del paso?

– Observa los gestos que hacen para ver si son de cansancio, relajados, etc.

– Sin lugar a dudas, ser oportunos, debe formar parte de la vida diaria de las personas. Quien no es oportuno está a medio hacer en lo que a la comunicación humana y la interacción social se refiere.

Ser oportuno es también una señal de madurez, pues en muchas ocasiones lleva grandes dosis de humildad y serenidad, por eso es que en la medida que vamos creciendo es muy importante que nuestro crecimiento emocional, físico y espiritual crezcan a la vez.

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