La prensa haitiana, también la dominicana e incluso el portal Huffingtonpost.com, publicaron las declaraciones del alcalde de Puerto Príncipe, Ralph Youry Chevry, dando cuenta que China planea invertir US$30,000 millones en infraestructura en el país más pobre del continente y a tal efecto acogió la firma de un acuerdo entre la empresa haitiana Bati Ayiti (Construir Haití), encabezada por el exsenador Amos André, y el Instituto de Ingeniería Municipal e Investigación de Diseño del Sudoeste de China.
El crecimiento sostenido de la economía China, con un exceso de capacidad industrial y un apetito por una serie de materias primas, ha hecho que dirija inversiones multimillonarias al continente africano, justamente para garantizarse el acceso a recursos naturales imprescindibles para seguir alimentando su imparable desarrollo económico, como petróleo, gas natural, minerales y madera, mientras se asegura un gran mercado emergente a punto tal que hoy China es el principal socio comercial del continente africano.
En el año 2000 tuvo efecto en Pekín la primera conferencia ministerial del Foro para la Cooperación entre China y África y a partir de ese momento se inició el proceso de inversiones chinas en el continente y el actual Presidente, Xi Jinping, escogió a África como destino de su primer viaje oficial, después de pasar por Rusia, y en diciembre de 2015 se celebró en Johannesburgo, Capital de Sudáfrica, el foro para la cooperación China-África y allí el mandatario anunció la inversión de $60 billones de dólares para el desarrollo de proyectos en África.
En África la inversión china no ha quedado a nivel de anuncios, por ejemplo en Ruanda, país de sangrientas guerras y del genocidio en 1994 con el asesinato de más de un millón de personas, es hoy el país más seguro con las mayores tasas de crecimiento regional, debido entre otros factores, a las inversiones chinas, entre ellas la torre más grande de la capital Kigali, un rascacielos de cristal de 20 pisos, el edificio que alberga el Ministerio de Relaciones Exteriores, varios hoteles, que ha convertido el turismo en la principal fuente de divisas del país, escuelas, hospitales y el 80% de las carreteras del país.
China ha invertido, para citar otro ejemplo, miles de millones de dólares en Sierra Leona, uno de los países más pobres del mundo, pero rico en diamantes, oro, boxitos, mineral de titanio y otros. Las inversiones se han realizado en centrales eléctricas, puerto marítimo, aeropuerto, ferrocarriles, hoteles y carreteras.
Con ese exceso de capacidad industrial y la necesidad de exportar infraestructuras y captar mercados parecería lógico que invierta en América Latina y también en Haití que al fin y al cabo es una extensión de África en el continente Americano.
Ahora bien, en Haití no se ha comprobado y mucho menos evaluado que haya abundancia de materias primas y minerales, salvo una mina de oro dada en concesión a un vinculado a los Clinton, presenta el inconveniente de que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán y la información de la inversión China de 30 mil millones de dólares, en una planta eléctrica, mercados, apartamentos, ferrocarriles, se originó en la prensa haitiana, sin embargo en China no se ha publicado nada al respecto.
La mega inversión de China en Haití parece más bien una estrategia de entretención del pueblo y la venta de un sueño, que por cierto si se hiciera realidad, sería la mejor noticia para la República Dominicana porque se detendría la inmigración ilegal, miles retornarían y hasta trabajadores y empresas dominicanas participarían de esa danza de los millones.
Las inversiones chinas en Haití solo existen en la mente del alcalde de Puerto Príncipe.