Hoy 
Una de las fuentes de inequidad más censurables ha sido los niveles salariales de la administración pública, porque por mucho tiempo han estado enfocados más a satisfacer caprichos políticos y clientelismo, que a remunerar de manera justa la capacidad y profesionalidad de los servidores oficiales. Y aún en estos tiempos en que existe la ley 105-13, sobre Regulación Salarial del Estado, los regidores del Ayuntamiento de Santiago se han despachado con un aumento de la paga mensual que reciben, elevándola de 85 mil pesos a 128 mil. La decisión, además de violar la ley sobre la materia, constituye una afrenta en momentos en que el Gobierno ha advertido que el presupuesto para 2015 no consigna partidas para incremento de sueldos de los servidores públicos.
La decisión unilateral de los regidores del Ayuntamiento de Santiago es un desafío a la autoridad del Ministerio de Administración Pública, que tiene entre sus funciones la de hacer cumplir la ley que regula los salarios en el Estado. El titular de esa cartera, Ramón Ventura Camejo, se ha comprometido a accionar para dejar sin efecto ese aumento. Al Estado no le luce fomentar la inequidad entre sus servidores. El momento es oportuno para iniciar un reajuste general que coloque los sueldos de la administración pública en los niveles que estipula la ley, conforme a su reglamento de aplicación. El erario no puede ser repartido como botín sin dolientes.
LA FE PIERDE A UN CELOSO PASTOR
La Iglesia Católica, y el país en general, despiden con profundo pesar a monseñor Juan Antonio Flores Santana, arzobispo emérito de Santiago, un pastor de prolongado ejercicio en la defensa de la fe, la enseñanza de los valores cristianos y la protección del medio ambiente. Su vida en el sacerdocio fue intensa y es en esa virtud que multiplicó el número de parroquias de la arquidiócesis de Santiago, integrando a la juventud.
Flores Santana nació el 3 de junio de 1927 en Boca de Licey, Tamboril, de Santiago. Era hijo deFaustino de Jesús Flores Alonso y Secundina Antonia Santana Évora. Durante su ejercicio sacerdotal desplegó una intensa labor comunitaria en defensa de los más débiles. Era licenciado, Magna cum Laude, en Teología Dogmática, egresado de la Pontificia Universidad de Comillas, Santander, España. Desempeñó varios cargos importantes en la jerarquía católica del país. Paz a sus restos.
