Si me asesinan mis estudiantes

Si me asesinan mis estudiantes

AMPARO CHANTADA
De qué valen noches y noches de insomnios escribiendo libros que deben servir para que los profesores expliquen las razones de tantas y tantas bellezas en nuestra Isla. De qué vale trasnocharse pensando en los alumnos a quienes describiremos las maravillosas sierras y valles de nuestro país. A quién les enseñaremos los motivos por los cuales se debe amar la patria y respetarla.

De qué valen ceremonias oficiales donde se resalta las cualidades que tengo para enseñar los fundamentos de la geografía y la profundidad de mi argumentación.

De qué vale transmitir esos sentimientos de admiración y de co-responsabilidad que levantan el observar nuestros ríos, nuestras costas, nuestras llanuras, la riqueza de nuestra Tierra y la sabiduría de nuestro pueblo.

Si nos matan esa juventud que debemos instruir y concienciar, si en dos rincones del país, bestias uniformadas asesinan nuestros estudiantes, muchachos que nacieron en tierras difíciles, donde el pan no se reparte entre todos, y donde las tierras no son de todo el que la trabaja.

Muchachos que vivieron los sudores del Ingenio, las alegrías de la zafra y la tragedia del cierre, muchachos que saben de reforma agraria abortada y de campos de arroz más allá del horizonte, muchachos de este país que batallan para vencer el tiempo siendo padre, estudiante, luchador a la vez, muchachos valientes que sacrifican su tiempo libre para organizar su pueblo y soñar en un mañana mejor.

De qué vale educar, de qué vale formar el batallón que el país necesitará para el mañana, para forjar una nación donde no habrá más pobreza ni miseria humana, donde no se conocerá la arbitrariedad, donde la policía estará al servicio de la nación, donde no se tendrá más necesidad de pedir en los semáforos, donde los muchachos y las muchachas del podrán salir a recorrer los montes y los valles, sin temer, donde el Sol, ese famoso sol que miró Pedro Mir, saldrá para iluminar el camino de la patria, cuando se terminarán los crímenes, asaltos, asesinatos, golpes y brutalidades de la Policía y de los guardias no importa el Cuerpo, cuando nosotr@s los profesores podremos ver a todos nuestros estudiantes expandirse por estas tierras, con orgullo y sabiduría, para sembrar las ideas verdaderas de progreso, como Hostos lo hizo antes de nosotr@s, cuando podremos ir a la Universidad sin temor a que uno de ellos muera porque se mantienen en la sombra remanentes de los que tumbaron a Bosch, un día de septiembre, como hoy, cuando dejaremos de ver madres gritar, cuando, cuando, cuando ………….

decirme cuando ……..

No vale de nada recibir un premio de didáctica si no me quedan estudiantes a quienes enseñar que un día viviremos mejor, todos y todas, en esta Quisqueya, maculada de sangre y llena de rabia por tanta injusticia, tanta brutalidad, tanto salvajismo y tanta impunidad.

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