Si Odebrecht da un paso equivocado, será su fin

Si Odebrecht da un paso equivocado, será su fin

Después de revelar uno de los mayores esquemas de corrupción del mundo y anunciar que el soborno era una página virada en su historia, Odebrecht decidió crear un consejo global con algunos de los más famosos ejecutivos y buscadores de ética y sostenibilidad en los negocios.
Hacen parte del grupo el expresidente de Transparencia Internacional Jermyn Brooks, el expresidente de Shell, Marky Mood-Stuart y su profesora de la escuela de negocios de Harvard Lynn Paine.
El ejecutivo Mark Moody-Stuart habla sobre temas difíciles del mundo corporativo con la serenidad de quien ha visto de todo en sus 77 años. Al frente de la Shell de 1998 a 2001, él condujo a la petrolera en un momento en que ella intentaba sobrevivir a una aguda crisis de reputación, tras acusaciones de daños al medio ambiente y de convivencia con violaciones de derechos humanos donde actuaba. Ahora, quiere ayudar a salvar a Odebrecht, empresa que confesó haber montado uno de los mayores esquemas de pago de sobornos ya vistos en el mundo.
Él es uno de los integrantes del Consejo Global, grupo recién creado por la compañía brasileña con la misión de asesorarla en su reestructuración. Moody-Stuart, que fue presidente de la minera Anglo American y actualmente es consejero de la petrolera SaudiAramco, dice que Odebrechtse ha reparado, pero que se necesitará tiempo. «Es un poco como los Alcohólicos Anónimos, que tienen un programa de diez pasos», afirmó en una entrevista con al periódico de São Paula.
Según él, es un buen momento para contratar a Odebrecht, cuyo trabajo está siendo acompañado por diversos monitores. «Si usted quiere hacer negocios limpios ahora, Odebrecht es una opción muy buena. Si ellos dan un paso equivocado, las cosas realmente van a estallar y probablemente será el final de la organización. Ellos saben que es una cuestión de supervivencia y que tienen que acertar».
Seguimos viendo grandes casos de corrupción con multinacionales. ¿Ellos se niegan a cambiar?
Es una pregunta interesante: ¿se niegan a cambiar o cambiaron en una dirección negativa? El hecho es que ciertamente no es un fenómeno nuevo. Cualquier persona que cree en el mercado trabaja contra la corrupción. Se puede hablar de razones éticas, pero hay la motivación de que se trata de una distorsión del mercado. Ahora, si una empresa no quiere pagar sobornos, prevenir es relativamente fácil. Usted dice «no pagamos sobornos», establece principios y reglas y no soborna. Para muchas grandes empresas, el gran desafío es lo que llamo «propina que viene de fuera».
¿De qué se trata?
Hay un gran proyecto (que la compañía quiere disputar) y la empresa tiene que estar alerta si los competidores se están reuniendo para conspirar o intentar sobornar a algunos de sus empleados. También tiene que estar atenta si sus empleados están pidiendo soborno.

Las empresas suelen preocuparse por ello cuando ya tienen un problema.

El mayor desafío es hacer que la gente entienda que tienen que preocuparse antes. Las empresas líderes son a menudo las que han pasado por crisis. Cuando una empresa responsable tiene una crisis todo el mundo en esa compañía se ve afectado en su autoestima. Shell pasó por eso en 1995, cuando hubo dos grandes crisis.
Una de derechos humanos con la ejecución de Ken Saro-Wiwa (Shell fue acusada de ser connivente con el gobierno nigeriano que ejecutó activistas, entre ellos el escritor Saro-Wiwa) y otro ambiental, con el plan de descartar una plataforma en el Mar del Norte. Teníamos principios, que incluían anticorrupción, y creíamos que éramos ciudadanos responsables. Antes de 1995, si entrabas en un bar y decías que era de Shell, era bien visto. Después, menos. Entonces, hay que reparar, porque todos en la empresa se ven afectados.
Pensando en Odebrecht, ¿Es momento entonces de pensar más en la moral de los funcionarios que en la opinión de quién está fuera de la empresa?
Probablemente los dos. Odebrecht era una empresa de alta reputación, bien considerada. Vino esa crisis y entonces la misma situación de la Shell de 1995: «Trabaja en Odebrecht?»Ah, tuvo soborno». Hay un problema de autoestima. Y, en negocios enteros de Odebrecht, no hubo acusaciones (de corrupción).
Mirando lo que se hizo: Paso uno, Emilio Odebrecht dice «somos culpables». Paso dos: publicar diez principios, que son muy poderosos. Después usted necesita ejemplos: de que no hizo algo, de que dejó de coger un contrato y de que eso le costó dinero a corto plazo debido a estos principios. Y entonces todos en la organización estarán cómodos en decir: nosotros no lo hacemos (pagar soborno). Eso es muy poderoso. El objetivo tiene que ser confianza interna. Entonces vendrá la confianza externa.
Pero funciona ¿Si los principios provienen de las personas que lideran el negocio antes?
Las personas que estaban directamente involucradas ya no están en la empresa.
Emilio Odebrecht está…
Sí. Es, usted enfrenta un desafío. Cuando Georg Kell (ejecutivo alemán que creó el Pacto Global de la ONU) y SérgioFoguel (del consejo de administración de Odebrecht) preguntaron si me uniría a ese consejo y me fijé en lo que Odebrecht estaba haciendo. Vi esa declaración pública (de Emilio Odebrecht), miré los principios y pensé: eso parece bueno, la cuestión ahora es cómo ustedes están haciendo. Odebrecht es importante para la economía brasileña, es casi un icono brasileño, una empresa que yo conocía antes de mis días en Shell y Anglo American.
Si me preguntara de Odebrecht, diría «claro que conozco». Estoy seguro de que probablemente firmaríamos contratos con ella – y estoy seguro de que no fueron contratos corruptos… Pero, ¿quién puede saber? (risas). Entonces, esa compañía, que emplea decenas de miles de personas, pregunta si queremos ayudar a resolver el problema, la respuesta es sí. Si usted está realmente comprometido a resolver, la respuesta es sí, porque es un trabajo importante arreglar un actor económico tan relevante. Algunos negocios pueden no tener reparación.
¿Odebrecht tiene reparación?
Tiene, seguramente. Tal vez no debería decir eso, pero es un poco como los Alcohólicos Anónimos, que tienen un programa de diez pasos. El primer paso es ir en la reunión y decir: «Soy alcohólico. Entonces, tendremos algunas reglas. Después usted tiene que asegurarse de que va a motivar a la gente a creer realmente en esas reglas. En el caso de Odebrecht, pusieron en marcha comités de cumplimiento reportando al consejo. Pero, además, hay monitores del Departamento de Justicia estadounidense y de las autoridades brasileñas. Hay decenas de monitores sentados en la empresa. En cierta forma, puedo decir que sé que estos chicos no están haciendo nada mal ahora, porque tienen monitores por todos lados. Si usted quiere tener un buen trabajo, limpio y correcto, ahora Odebrecht es la mejor empresa para la tarea. Mira los controles allí. No sólo los internos, sino los externos. Usted sabe que está bien.
¿El cambio en la imagen necesariamente lleva tiempo?
Depende. ¿Recuperar la confianza del público externo tarda tiempo? Sí, porque la gente puede decir: «Odebrecht?»Ah, recuerdo, hubo crímenes cometidos, irregularidades». Y eso es comprensible. Ahora ellos colocaron sistemas en marcha y tienen la oportunidad de transformarse en ejemplo. Odebrecht no sólo puede decir esa es la compañía que éramos – una empresa de construcción, ingeniería, petroquímica – sólo que ahora está limpia. Usted necesita hablar con la sociedad: «¿Cuáles son nuestras obligaciones?» Este proceso llevará mucho tiempo. La gente tiene que pensar al respecto. No son sólo principios anticorrupción. Usted tuvo un accidente de coche, que fue su culpa, porque estaba conduciendo borracho o algo así, entonces piensa: casi morí y no sólo tengo que aprender a conducir derecho, pero pensar en el resto de mi vida. ¿Por qué estoy aquí? Este es el proceso. Los empleados están muy deprimidos, debido a la desaceleración económica, de todo lo que ocurrió.

¿Cómo conciliar la necesidad de apartar a los delatores con el hecho de que ellos poseen conocimientos importantes para la organización?
En general, las personas que estaban involucradas ya no están en la compañía y no pueden volver. En una de las empresas que estoy, SaudiAramco (petrolera estatal de Arabia Saudita), que es otra compañía familiar interesante, con la diferencia de que esa familia también comanda el país. Bueno, en cierto punto, usted podría decir que Odebrecht comandaba el país aquí también. La compañía necesita mirar hacia dónde va. Hasta ahora, estoy satisfecho y tendremos que ver cómo Odebrecht hace las otras cosas. Ellos tienen el mecanismo para movilizar y motivar. No están comenzando del borrador. Ellos tienen una compañía con sistemas fuertes. Sólo tienen que asegurarse de que ese sistema esté entregando lo correcto.
¿El hecho de ser una empresa familiar dificulta? ¿Cuál debe ser el papel de la familia de ahora en adelante?
La familia Odebrecht es dueña de la empresa. Eso no va a cambiar – bien, puede cambiar, no sé. En una compañía normal, el accionista no está involucrado en tocar la empresa. Lo mismo en SaudiAramco: indica el consejo, aprueba las auditorías, recibe la contabilidad. No pone el dedo en la gestión. En Odebrecht, la familia quedará en el holding. Ellos están cuidando de eso.
¿Tiene sentido a Odebrecht cambiar de nombre?
Si sólo cambia el nombre ahora, todo el mundo va a decir: «Ah, habla seriamente, estás simplemente llamando a un elefante de rinoceronte y esperando que yo creo que se ha convertido en un rinoceronte». Pero si el elefante se convierte en una gacela o un elefante de carreras, usted puede llamarlo Jim en vez de llamarlo Jambo o algo así (risas). Mi instinto inmediato no sería decir para que cambien el nombre. El nombre no es el problema. El problema es la reputación. Si repara la reputación, entonces puede decir que ha hecho una joint-venture con otra empresa y tal vez pueda tener otro nombre. De lo contrario, será la pérdida de tiempo. El nombre, a pesar de todo, todavía tiene valor.

¿Por qué?

Si me hablan de mí que uno de los competidores es una constructora llamada Odebrecht, diría: «Conozco, construyeron proyectos grandes, de forma eficiente, ganaron premios, sé quiénes son. Mi segunda pregunta sería: «¿Están limpios o mancharé mi reputación haciendo negocios con ellos?» Diría que, con los pasos que tomaron, ahora no perjudicaría mi imagen.

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