Nuevamente sube el petróleo, desarticulando proyecciones y presupuestos. Sube por razones geopolíticas y por el déficit fiscal de Arabia Saudita.
En “El Futuro Económico Dominicano Visto Hoy” J. L. Alemán alertaba sobre la sensibilidad de países como el nuestro: “Aunque se trata de un problema mundial, el elevado costo de los derivados del petróleo afecta de manera especial a los países sin recursos petroleros y carboníferos y limitado potencial hidráulico como, caso prácticamente único en América, a República Dominicana”.
El problema a enfrentar es también creciente, pues “cualquier mejora del ingreso se traduce en aumento de demanda de petróleo”, y el PIB en República Dominicana ha incrementado un 61 por ciento entre los años 2007 y 2017.
Una revisión de las operaciones sujetas a ITBIS reportadas a la DGII muestra que las partidas de refinamiento de petróleo y comercio de combustibles pasaron de representar el 16.3% de las ventas totales en 2011 a representar el 10.1% en 2017, reflejando principalmente la caída de los precios del petróleo de USD$95 a USD$50 por barril.
Si se incluye el comercio de vehículos, habría que sumarle otro 4.0%, y si se contempla el gasto en electricidad, gas y agua (el último pesa poco) habría que sumarle otro 6.0% para una participación que viene cayendo del 27.0% al 19.8% de las ventas totales. O sea que aproximadamente 1 de cada 5 pesos gastados se dedica a items relacionados con el petróleo y la provisión de energía.
No obstante, el país es rico en sol, costas y vientos. Más aun, las tecnologías alternativas, y verdes, ha venido abaratándose aceleradamente.
La primera planta solar de 1MW, coordinada por Unión Fenosa en Toledo, España, costó USD 15.5 millones en 1993. Instalar esta potencia ahora vale USD1.0 millón.
Ante estos nuevos precios, China e India han construido megaproyectos solares de hasta 1,500MW y Arabia Saudita, el mismo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), acaba de completar un acuerdo para construir una planta de 200 GW (200,000 MW) con financiamiento japonés como parte de su plan Visión 2030; mientras simultáneamente anunciaba la venta parcial de ARAMCO, su petrolera.
Alemán explicó que la “sustitución por otros combustibles tardará tanto cuanto los países más ricos puedan pagarlo”.
En 2016 Costa Rica logró producir el 98% de su energía sin combustibles generadores de carbón; para 2017 la energía renovable en Estados Unidos alcanzó el 10% de la generación y en Alemania un 85% durante el mes de abril.
Estas tecnologías revalorizan terrenos y generan empleos en zonas áridas y desprovistas de otras fuentes de ingresos, por lo que su poder multiplicativo y distributivo es importante. Por demás, ahorran importaciones, evitan lluvias ácidas y equivalen a reforestar 200,000 árboles por cada MW instalado.
En República Dominicana numerosas empresas, bancos e industrias, y cada vez más hogares, están optando por instalar sus propias fuentes solares como forma de abaratar costos y asegurar su generación de energía.
No debemos esperar para continuar creando un futuro brillante.