El temor de los adultos a que sus hijos y ellos mismo se infecten con la bacteria que produce la difteria, mantiene repletos los centros de vacunación del Estado. Las autoridades de Salud confirmaron que la difteria fue la causa de la muerte en Los Alcarrizos, el 25 de marzo, de un niño traído desde Haití.
Para el infectólogo, doctor Clemente Terrero, se trata de una coyuntura importante, pues permitirá al país crear un “escudo” epidemiológico que proteja a los dominicanos sin cultura de vacunación.
En la tarde de ayer el doctor Zacarias Garib, epidemiólogo que dirige el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) que el laboratorio confirmó el primer caso de difteria importado en lo que va de año. Se trata de un niño de cuatro años que vino de Haití de vacaciones de Semana Santa.
Al menos tres casos sospechosos que tenía la Dirección de Epidemiología, dos resultaron negativos y un tercero, el del niño de cuatro años, resultó tener la enfermedad bacterial.
La alerta epidemiológica emitida por el Ministerio de Salud tras registrarse la muerte por difteria de un niño de cuatro años que vino de Haití ha causado revuelo en la población antes y después de la Semana Santa.
Por esa razón, los centros que funcionan en los hospitales de la red pública, centros del segundo y tercer nivel, lucían llenos de adultos y niños que iban a buscar su vacuna contra la difteria.
El cúmulo de personas en los centros de vacunación se debía a que iban niños a recibir las dosis reglamentarias y los que tenían la necesidad de vacunarse por la alerta con los casos de difteria.
El infectólogo y subdirector del hospital Robert Reid Cabral pidió a la población que se vacune contra la difteria, pues el hecho de que Haití, país con el que la República Dominicana comparte la isla, es un peligro latente. El caso de difteria movilizó los servicios de vacunación; piden dar chance a menores de cinco años.
La muerte de un niño de difteria movilizó a toda la red de salud y a la sociedad dominicana en general que ayer volvió a abarrotar los centros de salud del Estado. En varios centros la queja era unánime, las dosis para adultos escaseaban, pero para los pequeños de un año estaba disponible. Si un niño tiene completo su esquema de vacunas, no debe haber preocupación.