Ha llegado el momento de que reconozcamos que la presencia de los agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte en las calles y avenidas del país, especialmente en el Gran Santo Domingo, es imprescindible.
Regularmente esos agentes reciben críticas y hasta maltratos de conductores y peatones, pero la realidad es que si no existiera ese organismo, cuyo primer director lo fue el desaparecido ex guerrillero Hamlet Hermann, el tránsito de las principales ciudades del país sería imposible.
Por ello, armándonos de valor y responsabilidad, hemos decidido hacer un reconocimiento a los esfuerzos de esos laboriosos servidores públicos, que cogiendo sol y sereno realizan su trabajo, devengando salarios de miseria, pero cumpliendo con su deber.
Hemos visto a la actual dirección de la Autoridad Metropolitana de Transporte que dirige el general –abogado Frener Bello Arias, implementar medidas para mejorar el tránsito, logrando un relativo éxito, a pesar de que el componente cultural sigue siendo el talón de Aquiles de la problemática.
Pero también confiamos en la capacidad y dinamismo de la directora del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), ingeniera Claudia Franchesca de los Santos, pero advertimos que la solución será cuestión de tiempo, debido a las distorsiones y aberraciones ancestrales de ese complicado sector.
Ojalá que la ciudadanía haga consciencia en la necesidad de respetar las regulaciones de tránsito y que el régimen de consecuencias de la nueva Ley sobre la materia no resulte inaplicable.