Sin discutir Punta Catalina no puede haber Pacto Eléctrico

Querer imponer el Pacto Eléctrico sin discutir el tema de Punta Catalina o sencillamente convertir al pacto en una validación de la termoeléctrica contradice la ley, que obliga a rescindir el contrato de Odebrecht porque es una empresa mafiosa, según declararon ayer los representantes del sector social que discuten el pacto junto al sector empresarial y el Gobierno, y que el pasado martes abandonaron la pleplenaria porque no se incluyó en la agenda la construcción de las plantas de carbón.
Fernando Peña, coordinador del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), aseguró que no es que quieren que se pare Punta Catalina, ya que el país necesita más de una de estas plantas debido a la crisis del sector eléctrico, sino que a lo que se refieren es que con una población que en la calle exige transparencia y el cese de las estafa del erario público, no es posible que la construcción de las plantas no entre a la discusión del pacto, que además es un acuerdo.

Indicó que no puede haber un Pacto Eléctrico si no se reconoce que la tarifa no se les va a subir a los consumidores, si no se admite que hay que reembolsar a los usuarios por los apagones y donde no se aclare que la sociedad establecerá un sistema de veeduría y contaduría que garantice que se termine la falta de transparencia.
“Aquí en el Gobierno de Danilo Medina no se ha entregado una sola auditoría confirmada de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDES). Aquí se pierde el 35% de la energía que se le paga a los generadores, de las cuales solo se puede argumentar hasta un 12% en pérdidas técnicas. Los usuarios no se roban ese restante”, manifestó.
Reiteró que ellos no han abandonado la discusión del Pacto Eléctrico, sino que no se van a prestar a construir un adefesio para servirles a los funcionarios y a las mafias que están en el sistema eléctrico.
Precisó que la posibilidad de un pacto serio se tira por la borda por el empecinamiento de no ser responsables y de mantener todo en el marco del desorden, como ha estado el sector eléctrico.