Aumentar la capacidad de gestión en los hospitales públicos, continuar con el saneamiento de la nómina, evitar que en los nombramientos se filtren influencias políticas, lograr que los médicos cumplan con sus horarios de trabajo y den un servicio de calidad a los pacientes, son parte de las metas que el Servicio Nacional de Salud (SNS) intenta alcanzar en su condición de organismo descentralizador de los servicios de salud del Estado.
Esos señalamientos fueron expuestos por el doctor Nelson Rodríguez Monegro, director ejecutivo del SNS, quien explicó que para alcanzar esos objetivos se implementa una planificación estratégica, porque de lo que se trata es de transformar radicalmente el modelo de atención en la República Dominicana.
Pero en el diseño de las estrategias para llevar a cabo esa transformación se identificaron aspectos importantes, como la necesidad de aumentar la inversión en el sector salud, que hasta el momento recibe el 2% del PIB. Rodríguez Monegro entiende que el incremento de los recursos debería ser paulatino, a razón de un 0.5% por año hasta alcanzar el 4% al final de este cuatrienio.
Sin embargo, destacó que ese posible aumento de recursos debe planificarse porque de lo contrario se estaría desperdiciando el dinero.
Para despolitizar el sector salud se trabaja en el fortalecimiento de la profesionalización del personal, lo cual es fundamental para alcanzar las metas trazadas, afirmó el funcionario en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.
“Estamos en un proceso de fortalecimiento de las competencias técnicas, de las direcciones regionales, gerencias de áreas y direcciones de hospitales, y en ese tenor hemos ido implementado la contratación mediante concurso de los directores de hospitales y hemos ampliado las profesiones para los que concursan por la dirección de un hospital.
“Anteriormente solo se nombraban médicos como directores, ahora hay dos hospitales cuyas directoras son una odontóloga y una licenciada en enfermería, pero tienen estudios en gestión hospitalaria”.
En ese concurso, aseguró Rodríguez Monegro, no se aceptó intermediación de los políticos.
Al referirse a ese aspecto dijo que, en términos generales, el SNS procura que la política de recursos humanos del sistema de salud esté exenta de las maniobras políticas, y así evitar que gente que no esté capacitada ocupe puestos.
En cuanto a los salarios dijo que están en un proceso de nivelación, para evitar las distorsiones con relación a una misma función.
El SNS también incluye en su plan de acción la definición de la cartera de servicios, a los fines de que los hospitales municipales, regionales, nacionales y especializados tengan definidos los servicios que ofrecerán a los pacientes.
En ese orden se articula una red hospitalaria, para que los pacientes que son referidos de un centro a otro tengan su historial clínico a mano y con una cita previa.
Rodríguez Monegro explicó además que, de la mano con esa articulación hospitalaria, se diseña un plan para extender los horarios de consulta y así evitar que las emergencias estén permanentemente desbordadas de pacientes.
“El 70% de los casos que llegan a las emergencias se pueden tratar en la consulta médica”, expresó.
En lo inmediato se le está exigiendo a los médicos que cumplan con su jornada laboral de cuatro horas diarias de consulta, sin contar con las guardias.
Aún hay “muertos que cobran”. Rodríguez Monegro afirmó que está en contra de las nóminas parasitarias que drenan los recursos del Estado. Al hacer el señalamiento expresó que la nómina del sector salud está en proceso de saneamiento, que de vez en cuando aparecen personas fallecidas que todavía cobra, y que en el hospital José María Cabral y Báez, de Santiago, cancelaron a 31 enfermeras que viven en Estados Unidos.
El SNS tiene una nómina que asciende a 65,000 empleados distribuidos en los hospitales públicos, incluyendo ahora los de la red del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).
El presupuesto del SNS alcanza los RD$31,300 millones, de los cuales RD$23,000 millones se destinan al pago de nómina, dijo Rodríguez Monegro.
En ese contexto también informó que se trabaja en un plan de redistribución del personal; sobre el particular citó que en el hospital Salvador B. Gautier, por ejemplo, hay un exceso de médicos: 36 odontólogos y 22 cardiólogos.