Sobre mujeres y sus derechos

Sobre mujeres y sus derechos

La aceptación forzosa -bajo amenaza de cárcel- de los embarazos inviables, de riesgo seguro para las vidas o como resultado de acciones criminales llamadas violaciones, somete a la mujer a una maternidad sin razón y sin respeto a la ciencia aplastándola en los derechos sobre su cuerpo, tratamiento ilegítimo promovido mayormente por dogmatismos religiosos en un país en el que la falta de fe no viola ninguna ley; en el que cada persona puede creer o no creer. En un mundo en el que los conceptos sobre el inicio de la vida son dispares y la humanidad, casi por completo, se acoge más que nada a los sólidos conocimientos sobre la materia para todo lo que tenga que ver con salud y procreación. Los abortos clandestinos, derivados de la persecución que se inspira en la rigidez de los cenáculos, se traducen en muertes por todos lados. Esta causa efectiva de elevada mortalidad por inobservancia de la obstetricia no es enfocada con sentido práctico en la agenda de la histeria anti-causales que dice defender la vida considerada desde sus inicios sin ofrecer alternativas para los trances de muerte a que van a caer muchas mujeres, sobre todo adolescentes de la marginación y baja escolaridad, como si los seres que alcanzan desarrollo corporal no merecieran también un discurso que auspicie la protección de su existencia. La opinión mayoritaria de los dominicanos clama por la aceptación de excepciones en el aborto.

Menú para creer o dudar mucho

El crecimiento excepcional de la economía dominicana es una señal positiva que, sin embargo, no tiene el efecto de imprimir un mayor ritmo al desarrollo esencial, no eleva suficientemente la producción de bienes para consumo interno o de exportación ni se distingue por generar muchos empleos de calidad. Las importaciones alcanzan cotas elevadas por un innegable dinamismo del comercio y del poder adquisitivo; pero se trata de un auge que no recibe el respaldo de exportaciones de igual medida. Crece la economía pero también crecen los desbalances.

Causa preocupación lo extraordinario del endeudamiento al que se recurre para cubrir tantísimas necesidades y llenar las expectativas que surgen del elogiado crecimiento que sigue sin traer las divisas imprescindibles para sustentarlo y pagarlo.

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