Solapamiento funciones en entidades frena mayor desarrollo fideicomisos

Solapamiento funciones en entidades frena mayor desarrollo fideicomisos

El mercado de fideicomiso en el sector inmobiliario y otras áreas estuviera creciendo en una mayor dimensión si no hubiera deficiencias en las diferentes instituciones públicas involucradas, que retrasan los procesos.

Así lo afirmaron los directivos del consejo de la Asociación de Sociedades Fiduciarias Dominicanas (Asofidom), quienes expusieron que los procesos internos en las entidades públicas no han facilitado el desarrollo del fideicomiso, y si existiera la voluntad firme y constante de resolver estos problemas, se hubiera triplicado la cantidad de fideicomisos que existen actualmente de solo 427.
César Páez, miembro; Christian Molina, presidente; Roberto Millán, vicepresidente, y Luis Miguel de Camps, director ejecutivo, al participar en el Encuentro Económico explicaron que actualmente hay un solapamiento de procesos en diferentes instituciones públicas que lleva a una lentitud en la aprobación de los proyectos de todo tipo de fideicomiso, de 10 meses hasta un año.
De Camps abogó porque exista una mesa de trabajo entre los sectores reguladores y el sector fiduciario en su conjunto para identificar y resolver todos los inconvenientes actuales.
Expuso que las fiduciarias son las más interesadas en resolver estas situaciones ya que quieren desarrollar el fideicomiso, basado en transparencia y evitando ilegalidades.
“Queremos tener un diálogo abierto para identificar los problemas normativos y operativos y estamos seguros de que una vez se nos escuchen las propuestas que tenemos que hacer, podrán entender que no hay un intereses sectorial sino del país”, expresó.
Páez expuso que la figura permite un desarrollo mucho más amplio de la construcción de viviendas y a pesar de que esta ha venido creciendo poco a poco, pero su desarrollo debe ser mucho mayor ya que tiene un gran potencial.
El director ejecutivo de Asofidom explicó que esta lentitud en la aprobación de fideicomisos puede estudiarse en los proyectos de viviendas de bajo costo, donde existen fomentos fiscales para el comprador y el constructor.
Agregó que el proceso para poder inscribir y obtener esas certificaciones en las entidades públicas es largo, repetitivo y no tiene un sentido de organización para hacerlo más expedito y eficiente. Dijo que hay que reintroducir más de una vez en diferentes entidades los documentos que ya son parte del expediente.
“Primero se inscribe el proyecto para que sea calificado como de bajo costo, lo cual toma una semana, mientras se hacen otros procesos en diferentes instituciones. Luego, en el proceso de construcción, mientras los compradores van apareciendo también hay que hacer proceso de registro con cada adquiriente para que puedan obtener el bono. Y en ese tiempo, cuando eso pasa por una ventanilla única, internamente en el Gobierno hay un proceso de envíos y reenvío de documentos a la DGII, INVI y otras entidades, y muchas veces se le requiere a los proyectos que redepositen una serie de documentos. Pero en todo este tiempo ha transcurrido 10 meses o un año donde los precios de construcción ya cambiaron”, explicó.
Importancia del Fideicomiso. De acuerdo a las estadísticas de la DGII, a través un Estudio Sectorial de los Fideicomisos en la República Dominicana que realizo la Unidad de Análisis Financiero (UAF) entre el 2014 al 2016, en el país hay 427 fidecomisos con un volumen de ingresos de RD$9,711 millones. De estas cifras 172 fideicomisos de desarrollo inmobiliario; 130 de viviendas de bajo costo; 88 de administración; 14 de garantía; 7 filantrópicos; 5 de sucesión y tres de oferta pública.
También hay fideicomisos educativos, de inversión inmobiliaria, de administración y planificación patrimonial, pero solo dos de cada tipo.
Según datos de Asofidom, actualmente hay 17 fiduciarias privadas y una pública. En el 2016 se hicieron 150 fideicomiso y 177 en el 2017.
De Camps destacó que el fideicomiso como figura es transparente por su naturaleza y es un aliado para hacer cualquier tipo de negocio, incluyendo operaciones comerciales.
Indicó que el desarrollo del fideicomiso puede ser muy amplio, siempre y cuando los temas de tipo legal y normativos se puedan resolver con las diferentes instituciones públicas. Molina dijo que la figura del fideicomiso nace en el 2011, pero no fue hasta el 2012 cuando la reglamentación complementaria de esa ley permitió que se ponga en marcha. Expuso que su desarrollo fue lento al inicio, pero el gran desarrollo inicia desde mediados del 2013 hasta la fecha.

Explicó que el fideicomiso no es más que establecer un contrato donde se pone en manos de un fiduciario ciertos activos para que una fiduciaria lo administre en provecho de un beneficiario o tercero, siempre de acuerdo a las instrucciones del fideicomitente que es quien hace el fideicomiso.
Dijo que esta figura es el mejor vehículo para desarrollar proyectos inmobiliarios y otros donde haya intereses encontrados.
Agregó que existen los fideicomisos de garantía, con el objetivo de garantizar obligaciones de pagos, de hacer o no hacer; los fideicomisos de planificación sucesoral, que manejan temas de herencia y organización del patrimonio, también el fideicomiso de oferta pública entre otras.

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