A tres años de su vencimiento, la Ley 28-01 que crea la Zona Especial de Desarrollo Fronterizo ha tenido como principales resultados 81 empresas en operación, más de 6,400 empleos y ventas por RD$18,385 millones. Sin embargo, la ley ha tenido limitado alcance en la reducción de la despoblación y pobreza, y su impacto ha sido mayor en las provincias de la zona norte debido a problemas de conectividad, infraestructura y encadenamientos productivos.
Así consta en el Observatorio de la Zona Fronteriza del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) que establece que de 500 proyectos empresariales propuestos en 17 años, solo el 20% se encuentra en operación, lo que «implica la existencia de barreras de entrada o restricciones importantes que limitan la continuidad de los proyectos, y que no son abordados por la ley».
Las provincias fronterizas son Dajabón, Santiago Rodríguez, Montecristi, Elías Piña, Independencia, Baoruco y Pedernales. Allí la pobreza es de un 42% cuando la media es de 23%.
“La aplicación de la Ley 28-01 presenta una disyuntiva entre el costo fiscal que representa 0.8% del gasto tributario -0.1% del PIB- (alrededor de 1,000 millones), y el rezago relativo que mantiene la zona de frontera, con un significativo peso para el alcance de los objetivos de equidad social y cohesión territorial que se persigue con el incentivo”, advierte el estudio.
Diferencias de norte a sur. De las 81 empresas bajo el régimen del desarrollo fronterizo, 72 (89%) se han establecido en las provincias de la parte norte: Montecristi, Dajabón y Santiago Rodríguez, mientras que en la parte sur se encuentran las nueve restantes

La frontera norte ha acumulado, en promedio, más del 80% de la inversión, y del 90% de las ventas y el empleo. Esta concentración evidencia «una suerte de aislamiento del sur como zona de oportunidades».
El estudio indica que esto obedece a que las empresas prefieren ubicarse en provincias que tengan mejor acceso a los grandes centros de comercio y consumo como Santo Domingo y Santiago, y a los principales puertos de exportación.
Pone de ejemplo que en la parte sur de la frontera menos de la mitad de las vías se encuentran asfaltadas, con un déficit notable en Elías Piña con apenas el 38% de vías asfaltadas), lo que contrasta con la zona norte, donde aproximadamente el 70% de las vías tienen asfalto.
Otra muestra es que viajar de Pedernales hacia Jimaní, una distancia de 99 kilómetros, toma más de tres horas, mientras que ir de Montecristi a Santiago Rodríguez, unos 89 kilómetros, se tarda una hora 40 minutos.
Sugerencias. El estudio señala entre los problemas de la ley que su aplicación se ha ejecutado sin el soporte de una estrategia integral de desarrollo con medidas que incentiven el uso de los recursos productivos locales; de inversión pública en infraestructura de conectividad e integración de la producción y el mercado.
Sugiere complementar la ley con otras políticas de desarrollo y generación de ventajas competitivas; infraestructura vial; servicios; cadenas productivas; fomento de capacidades humanas y de asistencia social, entre otras medidas.