El presidente Danilo Medina soltó una primicia el día dos de este mes en el poblado de Luperón cuando avanzó que al concluir su administración en 2016, el problema eléctrico que sufrimos en conjunto todos desde hace 40 años, será superado.

Realmente será una de las primicias que el candidato Danilo Medina prometió a sus conciudadanos al expresar que haría “lo que nunca se ha hecho”, iniciando la diversificación de las construcciones en la geografía nacional en vez de concentrarlas en la capital, fortalecer a los productores agropecuarios y asignar un presupuesto colosal al sector educación proa conjurar el analfabetismo y formar mejores docentes.

El sector energía es el urgente a resolver y superar, eliminando la locura de subsidiarlo con US$l,500 millones al año, sobre todo, por tanto tiempo, como único soporte de la perniciosa reelección, y con cuyos recursos pudieron construirse varias plantas capaces de superar los déficits crónicos e inconclusos. Pero la AIRD postula que el nudo giordano del problema no es la generación, sino el dispendio de las redes obsoletas por un 35%, los cobros y sortear la especulación con la compra de energía versus la venta, con una desproporción letal.

El presidente está compelido a consultar no solo a la AIRD, sino a los entendidos en ese sector, José Luis Moreno San Juan, Leopoldo Espaillat Nanita, AIRD-Norte y cuantos el gobernante estime puedan aportar sus luces para que el país supere el problema de la luz.

Planificar el aporte de capacidad instalada conforme a la demanda inducida, anular los leoninos contratos Madrid I y II, profundizar la opción de unidades de carbón sin descuidar las eólica, solar y gas natural, que Rubén Jiménez Bichara le recomienda certero.