Soluciones muy esperadas

Soluciones muy esperadas

La puesta en operación de Merca Santo Domingo como centro de acopio de productos agropecuarios y la desarrabalización del mercado de la avenida Duarte parecen tener, por fin, plazo definido. Ayer, el presidente Danilo Medina y el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, acudieron al arrabalizado mercado para anunciar su remodelación, en un esfuerzo conjunto de la Presidencia de la República y el Ayuntamiento del DN, y en coordinación con los comerciantes de esa importante plaza.

Al margen de esto y en una entrevista concedida a nuestro reportero Evaristo Rubens, el ingeniero Claudio Jiménez, administrador del Merca Santo Domingo, fijó el día 12 de este mes como la fecha oficial de apertura de ese centro de acopio de productos agropecuarios, lo que implica el traslado de al menos 280 vendedores mayoristas de la terminal de la Duarte hacia el gran mercado, en cuya construcción el Estado invirtió RD$5,000 millones.

El mercado de la Duarte ha degenerado en una tragedia urbanística de mayúsculas proporciones, que ha convertido su entorno en un sucio arrabal y ha hecho perder valor a los inmuebles cercanos, trastornando a la vez el tránsito y otras actividades. Ya era hora de que el Estado interviniera ese mercado y pusiera en servicio el Merca Santo Domingo, para beneficio de los productores, los consumidores y el ornato.

ALTA TASA DE HOMICIDIOS

El Estado tiene que mejorar sus estrategias para frenar los índices de violencia criminal, que algunos expertos asocian al tráfico de drogas. José Luis de Ramón, socio director de la firma Deloite, destaca que mientras en el año 2000 el país tenía una tasa de homicidios de 14 por cada 100 mil habitantes, en la actualidad hemos escalado a 22.1 por cada 100 mil. Este aumento contradice las cifras de autoridades que afirman que en el país ha disminuido la criminalidad.

La causa principal, según Deloite, sería la guerra entre bandas por controlar cuotas de mercado en el microtráfico de drogas, como una derivación del hecho de que el gran tráfico paga en especie los servicios locales de distribución. Sin duda, hay que intensificar los esfuerzos por tomar control sobre los factores que determinan esta alta tasa de criminalidad. Menos mediática y más acción parece ser la fórmula más adecuada para afrontar esta situación.

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