LONDRES. La compañía de seguros Standard Life, que emplea en Escocia a 5.000 personas, avisó el jueves que trasladará parte de sus operaciones si la región se independiza en el referéndum del 18 de setiembre.
La razón es la incertidumbre en torno a la moneda del nuevo Estado, después de que los tres grandes partidos británicos -conservadores, laboristas y liberales- dijeran que no aceptarán una unión monetaria con Escocia para que siga usando la libra esterlina, y en torno a su pertenencia a la Unión Europea tras la secesión.
El aviso de Standard Life, instalada en Edimburgo desde su fundación hace 189 años, coincide con la advertencia de Royal Bank of Scotland (RBS) de que la independencia tendría un «impacto significativo».
Gerry Grimstone, presidente de Standard Life, dijo en el informe anual de la empresa que estaba «orgulloso» de haber tenido su sede en Escocia durante casi dos siglos.
«Pero si algo amenaza esta situación, tomaremos todas las medias que consideremos necesarias, incluida la de trasladar parte de nuestras operaciones fuera de Escocia, para garantizar la continuidad y proteger los intereses de nuestros accionistas», advirtió Grimstone.
«Tenemos una vieja política de estricta neutralidad y en ningún momento vamos a aconsejar a la gente qué votar», dijo el director ejecutivo de Standard Life, David Nish.
«De todos modos, tenemos el deber y la responsabilidad de entender las implicaciones de la independencia para nuestros cuatro millones de clientes, nuestros accionistas, nuestra gente y otros participantes en nuestros negocios y tomar cualquier medida necesaria para proteger sus intereses», agregó.
Tras analizar los argumentos de ambas partes, «creemos que hay un número de temas que siguen siendo inciertos», aseguró, citando, entre otros, «la divisa que usaría una Escocia independiente» y «si el acuerdo y ratificación de una Escocia independiente en la Unión Europea tendría lugar en el plazo previsto (24 de marzo de 2016)».