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BRADENTON, Florida. Starling Marte quiere ser parte de lo que espera que sea un largo período de éxitos para los Piratas de Pittsburgh.

Menos de dos años después de debutar en Grandes Ligas, el jardinero dominicano de 25 años firmó el jueves un contrato por seis temporadas y 31 millones de dólares.

«Hay muchos motivos», comentó Marte. «No me pareció que tuviese que esperar, porque me gusta donde estoy. Confío en la organización y me siento cómodo».

Marte recibirá una bonificación de dos millones de dólares por firmar y ganará 500.000 esta temporada, un millón la próxima, tres millones en 2016, cinco millones en 2017, 7,5 millones en 2018 y 10 millones en 2019.

«Esto es algo grande, soy un muchacho joven que vino de muy bajo y lograr una firma como ésta al principio de mi carrera es algo grande», declaró Marte, afirmando que el acuerdo de extensión de contrato fue una sorpresa, ya que a sus 25 años no habría sido elegible para agencia libre hasta después de la temporada 2018.

Pittsburgh tiene una opción para 2020 por 11,5 millones, con una cláusula de rescisión de dos millones. Si los Piratas ejercen la opción, tienen otra por 12,5 millones para 2021, con una cláusula de rescisión por un millón.

Si Marte termina entre los cinco primeros en la votación al Más Valioso en cualquier de la seis próximas campañas, los precios de las opciones aumentan 500.000 cada una. Si termina entre los cinco primeros en 2020, la opción para el año siguiente aumenta por 500.000.

El contrato reemplaza un acuerdo por un año firmado este mes, que le hubiese pagado 516.000 dólares en las mayores, y 300.000 en las menores.

Marte hubiese sido candidato al arbitraje después de la campaña de 2015, y a la agencia libre tras la Serie Mundial de 2018.

El jardinero indicó que su extensión de contrato se dio a raíz de un acercamiento del gerente general de los Piratas, quien se reunió con él hace unas semanas durante la primavera para expresar el interés del equipo.

«Cada jugador tiene una reunión con el manager sobre el progreso en el terreno, y ahí estaba el gerente general y me preguntó si yo estaba dispuesto a negociar y le dije, ¡claro, por supuesto!, y llamaron a mi agente y me mantuvieron al tanto», dijo Marte.

«Ahí siguieron tirando ofertas, y cada día lo pensaba más y estaba loco por ir a la oficina, pero respiré profundo, evaluando cada número”.