Sube a 30 la cifra de muertos por alud en Guatemala

Sube a 30 la cifra de muertos por alud en Guatemala

SANTA CATARINA PINULA, Guatemala. Cientos de socorristas con palas, piochas y equipo de protección recuperaron el sábado otros cuatro cadáveres y buscaban posibles sobrevivientes de un alud que sepultó decenas de casas en la periferia de la capital de Guatemala.

El saldo de muertos aumentó a 30, pero se teme que siga subiendo pues siguen desaparecidas por lo menos otras 100 personas.    Socorristas de Cruz Roja, bomberos y policías con ayuda de perros de rescate removían los cientos de toneladas de tierra que cayeron sobre unas 125 viviendas que según las autoridades habría habido en el lugar. Los habitantes desaparecieron bajo una masa de unos 120 metros de alto por 60 de ancho de un cerro en la colonia Cambray II del municipio de Santa Catarina Pinula, a unos 15 kilómetros al este de la capital.    Julio Sánchez, vocero de los servicios de emergencias, dijo que durante la madrugada los rescatistas recuperaron los cadáveres de cuatro personas más, con lo que sumaban 30 los fallecidos confirmados.

La noche del viernes, familiares y algunos socorristas decidieron seguir excavando a pesar que la búsqueda oficial había sido suspendida formalmente.    En La zona cero del desastre los socorristas trabajaban incesantemente. A momentos hacen sonar un silbato y alguien grita “silencio”. Todos callan alrededor de un minuto para tratar de escuchar mejor algún signo de vida.

“Somos la unidad de rescate. Si hay alguien acá por favor haga ruido o grite” dice un socorrista, que pone su cabeza en el suelo y trata de escuchar algún ruido. Al no escucharse nada, suena el silbato dos veces, en señal de que deben continuar con el trabajo.    Los socorristas colocaron una bandera de Guatemala en un palo de caña clavado en la zona del desastre.

Haroldo Pérez llegó al lugar desde San Marcos, a unos 285 kilómetros al oeste de Guatemala, acompañado de cuatro familiares. Trajo palas con las que escarbaba para buscar a su hermana Mary Pérez, de 36 años. Dice que ella es secretaria y que no sabe de ella desde el deslave.    En otro punto, los ojos de Nehemías Gonzáles ya casi no tienen lágrimas.

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