MADRID (AFP) .- La central nuclear más antigua de las siete que tiene España ha suspendido definitivamente su producción el domingo por decisión política, al cabo de 38 años de funcionamiento, toda una primicia en este país. Esta suspensión, calificada de «victoria» por los ecologistas, coincide con un nuevo discurso político del gobierno socialista español en favor de la energía nuclear, habida cuenta del elevado precio del petróleo.
La central «José Cabrera», en Almonacid de Zorita, cerca de Guadalajara (centro), tiene previsto parar sus motores a las 23H30 (21H30 GMT), cumpliendo así con una decisión política y poniendo fin a las reiteradas críticas de los ecologistas que la consideraban bastante insegura.
Su propietario, el grupo Unión Fenosa, sostiene que habría podido tranquilamente concluir su ciclo de 40 años y cerrar en 2008, como estaba previsto inicialmente.
La asociación ecologista Greenpeace ha aprovechado la ocasión para exigir al jefe del gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, el cumplimiento de su promesa electoral sobre la fijación de un calendario para el cierre progresivo de toda la filial nuclear española.
«Existen actualmente demasiadas ambigüedades sobre esta cuestión en el seno del gobierno», declaró el director de campañas de Greenpeace en España, Mario Rodríguez, a medios de comunicación españoles. El futuro de la energía nuclear es objeto de un debate entre los poderes públicos, los ecologistas y los industriales a iniciativa del ministerio de Industria, que organiza sesiones de trabajo mensuales con vista a las conclusiones que se presentarán en el próximo debate sobre el estado de la nación.
Las centrales nucleares españolas generan 22,88% de la producción eléctrica actual.
Unión Fenosa prevé la sustitución de la planta nuclear José Cabrera por una central eléctrica clásica de ciclo combinado, dotada de dos grupos de 400 megavatios y cinco veces más potencia que la anterior.